El PSPV vuelve a pedir al PP que rompa con Vox en Castelló: topónimo e inmigración copan el pleno

CASTELLÓ. Los debates sobre el topónimo y la inmigración coparon este jueves el pleno de julio del Ayuntamiento de Castelló, en el que el PSPV perseveró en su estrategia de solicitar al PP que rompa con su socio Vox por "sus discursos xenófobos y racistas". Una petición que los concejales socialistas Mónica Barabás y José Luis López repitieron en varias ocasiones y a la que terminó sumándose el portavoz de Compromís, Ignasi Garcia.

La insistencia del principal partido de la oposición llevó a la alcaldesa, Begoña Carrasco, a llamar la atención a los ediles, a los que acusó de "utilizar el reglamento para hacer trampas y utilizarlo de forma torticera", ya que las demandas las realizaron aprovechando el turno de ruegos y preguntas. La primera munícipe también tuvo sus más y sus menos con el líder valencianista, que pidió la retirada de competencias del regidor de Seguridad, Antonio Ortolá, en una extensa exposición que la propia popular aseguró estar llena de "insultos". "No tiene respeto por nadie. Me toma el pelo No me obligue a retirarle la palabra", le advirtió.

Mucha puesta en escena

Como viendo siendo ya habitual, el intercambio de golpes entre el bipartito y la bancada de la izquierda caracterizó la sesión plenaria. Por enésima vez, se escucharon expresiones como "odio y menosprecio al valenciano", "falta de respeto", "designios sectarios", "delirio ideológico" o "su ignorancia es supina y el desprecio a la ciencia indigno de esta corporación", palabras estas últimas dirigidas por el portavoz del ejecutivo local, Vicent Sales, a la oposición durante la aprobación definitiva de la recuperación del topónimo bilingüe. El bipartito votó a favor de rechazar las 36 enmiendas contrarias al cambio, por lo que culminó la tramitación municipal para elevar ahora la petición a la dirección general de la Administración Local.

En este debate, el cruce de reproches resultó una constante. El portavoz de Compromís aseguró que "esta decisión se enmarca en una serie de acciones contra la lengua. Su objetivo es que el valenciano acabe reducido en un libro". En la misma línea, el socialista socialista José Segura tildó de "grave error" la decisión e indicó que el cambio del topónimo supone un "absoluto desprecio a la lengua y la historia". 

Necesidad de proteger el doble topónimo

Antes estas manifestaciones, la concejala de Cultura, la popular María España, señaló que la decisión responde a "la necesidad de proteger el doble topónimo". "Parece que PSOE y Compromís tienen el carnet de decir lo que es o no tradicional y no se pueden obviar los cambios producidos en los territorios a lo largo del tiempo que han podido reflejarse en una confluencia de nombres", subrayó. En la misma línea, Alberto Vidal (Vox) aseveró que "este cambio es el símbolo de la libertad de expresión y supone una batalla ganada, pero quedan muchas frente al sectarismo que nos amenaza. Frente a los enemigos de la libertad, reconstruiremos todo lo que destruyan, desde la economía hasta las cruces".

Por último, Sales, en calidad de portavoz municipal, explicó que el informe del catedrático Santiado Fortuño "desmonta las tesis falaces que usaron PSOE y Compromís para cambiar el topónimo y, además, Castelló se mantiene en la primera parte del topónimo bilingüe". "El odio es de PSOE y Compromís a la forma Castellón, y su menosprecio por la ciencia es indigno de esta corporación", finalizó.

El debate sobre la moción del PSPV para acoger a menores migrantes también derivó en enfrentamientos. El PP y Vox tumbaron la iniciativa con su mayoría. Barabás recordó que Canarias "solo pide la corresponsabilidad compartida entre todas la comunidades autónomas. Las competencias en menores corresponden a autonomías, pero la solidaridad voluntaria no ha funcionado". "Seguiremos defendiendo la solidadridad, pues el Gobierno valenciano del PP parece seguir secuestrado por Vox apoyando políticas migratorias extremistas y esto no debería de ser cuestión de izquierda o derecha, sino prevalecer los derechos humanos y los derechos de la infancia".

García apuntó que "es un buen momento para que los que reclaman la solidaridad entre territorios la demuestren", y calificó la propuesta de acogida de menores migrantes de Mazón de "irrisoria". "Lo que no podemos es dejar morir en la mar a los que vienen a buscar una vida mejor, por lo que votaremos en contra del racismo y de la insolidaridad y a favor de ese Castelló que defiende los derechos humanos", dijo.

Ortolá carga con el PP por "la estafa migratoria"

Ortolá tildó la moción de "hipócrita", y subrayó que el PP rompió con Vox y salió de los gobiernos "para no ser cómplices de la estafa migratoria". Asimismo, ha insistido en que "la inmigración ilegal está directamente relacionada con la inseguridad", y sentenció que "mientras haya aquí necesitados no se puede acoger a todos los que vengan". Finalmente, ha asegurado que los concejales de la oposición se "pueden repartir" los menores que le corresponde a la Comunitat Valenciana.

Sales destacó que "la crisis migratoria de Canarias es la manifestación de un problema estructural que requiere de soluciones estructurales y no ocurrencias. Se trata de un drama humanitario que no puede ser usado de forma irresponsable como argumento político para un enfrentamiento partidista". "Esta moción ni es humanitaria, ni solidaria, ni buenista, solo busca poner el dedo en el ojo de PP y Vox, conocedores de nuestra visión diferente sobre esta cuestión, y además, nos insultan con ella en lugar de intentar buscar nuestro apoyo", manifestó.

La intensidad en las intervenciones se prolongó hasta el turno de ruegos y preguntas. El concejal de Compromís Pau Sancho se interesó sobre si el gobierno municipal tiene previsto recuperar la cruz del parque Ribalta, una pregunta que quedó pendiente de respuesta.