VALÈNCIA. Cuando de financiación autonómica se trata, todo es susceptible de empeorar para la Comunitat Valenciana. La infrafinanciación crónica de los valencianos, que año tras año repiten a la cola en financiación efectiva por habitante, se ha visto agravada con la decisión del Ministerio de Hacienda de perdonar las CCAA la liquidación negativa del año 2020, una medida que implica sobrefinanciar de facto a todas las regiones excepto a la Comunitat Valenciana, Baleares y Canarias porque, a diferencia de las demás, su liquidación ha sido positiva, de forma que no tienen nada que reembolsar al Ministerio de Hacienda, sino todo lo contrario.
Como publicó Castellón Plaza, la decisión de Montero de perdonarles a todas las demás CCAA los fondos que les entregó de más en 2020 que ahora no tendrán que devolver perjudica indirectamente a las únicas tres autonomías con liquidaciones positivas porque no van a disponer de unos recursos extraordinarios que sí han tenido las demás. En total, el Estado ha asumido 4.400 millones para compensar a las regiones con liquidaciones negativas como Andalucía (752 millones que no tendrá que devolver); Cataluña (538 millones); Madrid (496 millones); o Cantabria (98 millones).
Esta situación ha provocado que, teniendo en cuenta todos los factores que componen la financiación de las CCAA de régimen común, la diferencias entre regiones se hayan agrandado hasta niveles desconocidos con esa medida extraordinaria. De hecho, las comunidades que que ya recibían más recursos por habitante han sido las más beneficiadas por esta decisión a a costa de perjudicar a las peor financiadas, especialmente a la Comunitat Valenciana, ya que nunca desde que se aprobó el actual sistema había estado tan alejada de la media.
Así lo pone de manifiesto el informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en el que su director, Ángel de la Fuente, analiza la financiación de las CCAA de régimen común durante el año de la pandemia una vez el Ministerio de Hacienda ha dado a conocer la liquidación definitiva de 2020.
En esta ocasión, además de calcular la financiación autonómica a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, el profesor De la Fuente calcula la financiación "aumentada" de la que han dispuesto las CCAA en 2020 con motivo de la pandemia, dado que 2020 ha sido un ejercicio "atípico" por el significativo aumento de las transferencias para protegerlas de la crisis.
Para ello, además de por la mencionada condonación de las liquidaciones negativas que las regiones beneficiadas tendrían que haber devuelto este año, tiene en cuenta el reparto entre las CCAA de los 15.200 millones de euros no reembolsables del Fondo Covid (FC).
La Comunitat Valenciana recibió 1.486 millones de euros de ese fondo, pero no se benefició de la condonación de la liquidación de 2020 porque en su caso fue positiva. El resultado es que su financiación por habitante ajustado en 2020 no solo no mejoró a pesar de contar con los fondos covid, sino que se hundió hasta niveles desconocidos en relación con las demás CCAA.
Tan es así que Fedea alerta en su informe de que las transferencias extraordinarias de 2020 han empeorado la distribución de recursos por habitante ajustado entre CCAA e incrementado la dispersión entre ellas, "mejorando aún más a las mejor tratadas a expensas de las situadas en la cola inferior de la distribución". "No termina de entenderse la insistencia del Ministerio en repartir estos recursos con criterios que no sólo no ayudan a mejorar el reparto existente de la financiación regional, sino que incluso tienden a empeorarlo, aumentando aún más las importantes diferencias existentes entre las dos colas de la distribución", lamenta el experto.
Según los cálculos de Ángel de la Fuente, la financiación efectiva de la Comunitat Valenciana en 2020 fue equivalente al 93,1% de la media del conjunto de CCAA, la segunda más baja solo superada por Murcia, que con el 92,3% se sitúa a la cola convirtiéndose por primera vez en la comunidad con menos recursos para financiar sanidad, educación y servicios sociales.
Sin embargo, si se tiene en cuenta la inyección adicional de unos 4.400 millones para compensar las liquidaciones negativas de todas las CCAA de régimen común –excepto la Comunitat Valenciana, Canarias y Baleares–, la situación cambia sustancialmente. De hecho, en este caso el índice de financiación de la Comunitat Valenciana cae hasta representar el 89,7% de la media, el más bajo de todas las autonomías.
Si además de ello se considera el efecto del fondo extraordinario covid, la situación de la Comunitat Valenciana incluso empeora respecto a las demás y su índice de financiación aún cae un poco más, hasta representar el 89,5% de la media. Solo Murcia, con una décima menos, sale peor parada.
Esa diferencia en la financiación entre comunidades que la propia Fedea ha tildado de "difícilmente justificable" en algunos de sus informes anteriores aún se hacen más evidentes con las cifras absolutas de financiación por habitante ajustado.
Teniendo en cuenta todos los recursos extraordinarios con los que contaron las CCAA en 2020 –lo que en el trabajo se define como financiación aumentada– la media por habitante fue de 2.996 euros. La regiones habitualmente más beneficiadas por el sistema de financiación son La Rioja y Cantabria, una ventaja que se ha visto reforzada con el reparto del Fondo Covid y la condonación de la liquidación negativa de 2020. La primera ha contado con 3.561 euros por habitante ajustado (565 euros más que la media), mientras que Cantabria ha tenido 3.536 euros por persona.
En el extremo contrario se sitúa la Comunitat Valenciana con, 2.681 euros por habitante ajustado. La diferencia respecto a La Rioja es de nada menos que 880 euros, mientras que la distancia respecto a la media de las CCAA es de 315 euros por persona.
Sin tener en cuenta los recursos extra de 2020, la financiación efectiva de la Comunitat Valenciana ha sido de 2.379 euros por habitante ajustado, la más baja de todas las regiones solo superada por los 2.358 euros de Murcia, que por primera vez se sitúa como la región peor financiada.
En este caso, descontado el efecto en la financiación de las medidas extra por la Covid, la Comunitat Valenciana mejora ligeramente al reducir a 176 euros la diferencia respecto a la media desde los 215 euros de distancia del ejercicio 2019. Respecto a los cántabros, los mejor financiados con los recursos ordinarios del sistema de financiación, la brecha con la Comunitat Valenciana es de 612 euros.
En conjunto, las CCAA de régimen común han contado en 2020 con una financiación efectiva inferior en 11.200 millones respecto a 2019, un descenso del 9% causado por la mala evolución de los ingresos tributarios autonómicos y estatales por la crisis del Covid. Sin embargo, según resalta el trabajo de Fedea, esta caída ha sido "más que compensada" por una inyección de recursos extraordinarios a cargo del Estado de 19.600 millones: los 15.200 del FC y los 4.400 millones de la condonación de la liquidación negativa de 2020.
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