Jesús Salvador ‘Chapi’ firmará la banda sonora de Suna, dirigida por Çiğdem Sezgin
VALÈNCIA. Esta es una historia feliz sobre las sinergias que se generan en los festivales. En 2018, la ópera prima de la directora turca Çiğdem Sezgin, Wedding Dance, fue galardonada en València en la bienal internacional Dona i Cinema, y a pesar de no poder acudir en persona a recoger el galardón, inició una relación de camaradería con la codirectora del certamen, Giovanna Ribes.
“Su trabajo me había gustado muchísimo, nos entendíamos en nuestra manera de hacer cine. Yo también soy productora y directora, así que empatizo con sus dificultades para encontrar financiación, para ser considerada en esta industria por nuestra condición de mujeres o incluso en los problemas que tratamos, pues aunque mucha gente piensa que solo abordamos temas interesantes para mujeres, coincidimos en que nuestra mirada es la del 51% de la población”, argumenta la directora, productora y guionista valenciana.
Cuando su homóloga turca puso en marcha su segunda película, Suna, le pidió ayuda para levantar el proyecto y Ribes no lo dudo. Su compromiso se cerró en un apoyo al etalonaje de color y a la postproducción de sonido, ahora ampliado a la banda sonora, que vendrá firmada por el compositor y percusionista valenciano Jesús Salvador ‘Chapi’.
Su condición de activista de la lucha por la igualdad de género en la industria del cine con su implicación en foros como Mostra Viva del Mediterrani, de la que es vicepresidenta, y la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales (CIMA), de la que es fundadora, motivó a Giovanna a sumarse a una iniciativa estancada por la falta de apoyos.
“Me parecía muy fuerte que una persona con este talento no pudiera llevar adelante su película cuando ya estaba a punto de rodar. Hay largometrajes que hay que apoyar y trabajar por ellos a pesar de no disponer de financiación”, valora Giovanna.
La productora valenciana, que ha unido fuerzas con el búlgaro Christo Bakalov, de Baky Films, en el impulso a este proyecto, lamenta las dificultades que implica impulsar un filme de origen turco por la falta de acuerdos de coproducción internacional con la república euroasiática.
“Para optar a ayudas, por ejemplo, en el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), las normativas imponen tener un mínimo de componentes artísticos y lugares de rodaje en nuestro país, y hay veces que eso no se puede dar así. En este caso, sin ir más lejos, no puedes filmar en España una película que ha de tener actores y paisajes turcos. Así que aunque el proyecto tiene un porcentaje de producción español de más del 50%, no tendrá la nacionalidad”.
La película ya está rodada y se llama Suna. Trata sobre una mujer de 50 años, pobre, solitaria y sin ingresos, que encuentra refugio casándose con un viudo de 70, que vive en un pueblo silencioso en la costa del Mar Negro. Suna odia hacer el amor con él, así que empieza a beber a escondidas y un día es violada en un bar. A lo largo del metraje, se enamora perdidamente de un periodista. Definitivamente, lo suyo no es el invierno del amor, sino una etapa emocional bastante más agitada.
Su autora, Çiğdem Sezgin, es una premiada directora, productora y guionista afincada en Estambul. Su debut se estrenó en el Festival Black Nights de Tallin (Estonia) y se alzó con numerosos galardones, incluido el de mejor directora en el Festival de Antalya, el de la mejor ópera prima en el Festival de Mannheim, el Silver Prize en el Festival de Cine Oriental de Ginebra.
“Estoy acostumbrada a rodar películas de bajo presupuesto y me gusta producirlos y dirigirlos yo misma, que estén protagonizadas por pocos personajes, en un área pequeña. Busco centrarme en una, máximo dos personas, en mis guiones, porque para contar historias poderosas prefiero desarrollar menos personajes”, ha explicado Sezgin. La cineasta turca considera que la incorporación de coproductores internacionales le ayuda a ampliar su perspectiva respecto a la película y le da “una mayor credibilidad y una mayor fuerza”.
Suna ya ha sido seleccionada en Mannheim Meeting Place y en Transilvania Pitch Stop. Esta semana, la cinta ha recibido un espaldarazo por parte del certamen de cine más longevo de Turquía, el Festival de Antalya, que este año celebra su 58 edición. Çiğdem Sezgin ha sido la ganadora del premio Features Work in Progress Platform, dotado con 80.000 liras turcas (7.770 euros).
Un total de cinco películas competían en esta categoría, que apoya proyectos que o bien están en la fase final de rodaje o ya en postproducción. El jurado justificó su decisión “en la inversión de la directora en cine local con su contundente visión y por la realización de una película sobre un tema no explorado en la vida de las mujeres”.Ribes comparte que tras cuatro años de esfuerzo por parte de la directora, y tres de apoyo suyo, este premio significa mucho, ya que abre la puerta al interés de distribuidores internacionales.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto