VALÈNCIA. (EP) La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, va a pedir la puesta en marcha "de inmediato" de una respuesta europea para reforzar la trazabilidad de todas las importaciones de productos energéticos que llegan a la UE desde el origen, con el objetivo de detener las importaciones que llegan desde Rusia a Europa a través de destinos intermedios, esquivando así las sanciones.
Fuentes del Ministerio indicaron a Europa Press que la vicepresidenta tercera del Gobierno está ultimando una carta que va a enviar a la Comisión Europea en la que España expone "este modelo garantista, que consideramos necesario".
Las mismas fuentes señalaron que se toman "muy en serio este asunto, no sólo para España sino para el conjunto de la UE", por lo que consideraron que se debe seguir "siendo inflexibles en el cumplimiento firme de las sanciones contra el régimen de Putin".
Por ello, advirtieron de que se debe poner en marcha "de inmediato" una respuesta europea para reforzar la trazabilidad de todas las importaciones que llegan a la UE desde el origen.
Esta misma mañana, Ribera, ha asegurado que el Gobierno "vigilará que los combustibles que lleguen a España no procedan de Rusia", aunque ha insistido en que "aparentemente está todo en regla".
Estas declaraciones de la ministra se producen después de que el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, asegurase este jueves que el diésel ruso "sigue estando en el mercado europeo y en el mercado español", explicando que llega tras hacer escala en destinos como Turquía o el norte de África.
Esta posible entrada ilegal de combustible procedente de Rusia sería contraria a la prohibición de importar diésel ruso a la Unión Europea aprobada por el organismo comunitario como medida de presión ante la invasión a Ucrania.
"Ante la menor sospecha, lo que corresponde es investigar si los papeles son correctos y si efectivamente los productos que se importan a España son de donde dicen que son, o si vienen de otra procedencia y ha habido algún tipo de irregularidad", ha declarado Ribera ante los medios en el desayuno informativo de Fórum Europa.
"En las primeras consultas, los importadores muestran una documentación que aparentemente está en regla y los productos no proceden de Rusia, pero obviamente estamos atentos y vigilaremos que esto sea así", ha concluido la ministra.
A la vista de estos acontecimientos, el modelo que propone España a la UE pasa por elaborar una propuesta común europea que incorpore un certificado de garantía por parte de la Comisión Europea. Un certificado no solo de los puertos, también de las refinerías de donde sale el producto o del exportador de las minas de carbón.
En ese certificado deberían aparecer contrastados todos los elementos -volumen, fecha, ...-, garantizando que las importaciones llegadas a territorio de la UE no están sujetas a ninguno de los paquetes de sanciones aprobados.
Este jueves, Josu Jon Imaz ya solicitó a las autoridades de la Unión Europea que detengan las importaciones de diésel ruso a Europa a través de destinos intermedios.
"Lo más triste es que a pesar de las sanciones y de que estamos en medio de una guerra, el diésel de Rusia sigue estando en el mercado, y sigue estando en el mercado europeo, y sigue estando en el mercado español", dijo, señalando que viene haciendo escala en destinos como Turquía o el norte de África.
"Espero que las autoridades europeas sean realmente firmes", advirtió el directivo en una conferencia con analistas con motivo de la presentación de los resultados del primer trimestre.
Fuentes del Ministerio destacaron que esta misma preocupación es la que ha llevado al Gobierno, "desde el primer momento en que tuvimos conocimiento de la denuncia de Repsol", a investigar qué está ocurriendo con la llegada de combustibles que, en principio, vienen con papeles que acreditan una procedencia correcta.
Así, advirtieron de que, ante la menor sospecha, corresponde investigar si esos papeles "son correctos y si efectivamente los productos que importan son de donde dicen que son, o si bien son de otra procedencia y ha habido algún tipo de irregularidad".
No obstante, desde el Ministerio indicaron que estas primeras consultas realizadas a los importadores muestran una documentación que señala que, "aparentemente, está todo en regla y no proceden de Rusia, aunque subrayaron que estarán "atentos y vigilarán para corroborar de manera definitiva que esto, en efecto, sea así".
Como suele pasar en estos casos, después de días de intensidad informativa sobre el terremoto de Marruecos… llega el silencio. Un silencio que viene de la mano de la falta de información al respecto pero que no va ligado a que el drama haya acabado. De hecho las entidades valencianas siguen trabajando en el terreno y se sigue necesitando la solidaridad de la ciudadanía.