VALÈNCIA. A falta de 4 jornadas para acabar el campeonato, el Valencia CF le saca tres puntos a las posiciones de descenso y ve como por primera vez desde la jornada 19 (última de la primera vuelta) disputada el 27 de enero se aúpa hasta tener 6 equipos más por detrás suyo en la clasificación.
Ahora parecen más premonitorias que nunca las palabras de Rubén Baraja en su presentación hablando de que el proceso de transformación del equipo sería lento. Pero la realidad es que llegada la hora de la realidad, Baraja parece haber dado con la tecla para despertar al equipo y evitar que se despeñe por el precipicio.
Lógicamente Baraja gana crédito porque el equipo suma puntos. Concretamente 10 de los últimos 15 en los que sólo ha perdido un partido (Cádiz) el resto son tres victorias ante Elche, Valladolid y Celta, y un empate ante el Villarreal. Cogió al equipo en la jornada 22 con 20 puntos en la posición de vicecolista y actualmente lo tiene décimo cuarto tras 13 partidos con 37 puntos. Baraja en 13 partidos ha sumado 17 puntos, mientras que por ejemplo Gattuso en 18 jornadas había sumado 20 puntos, y si se contaran los resultados en la liga desde la llegada del pucelano al banquillo del club el conjunto de Mestalla sería noveno en la tabla clasificatoria. En su trayectoria al frente del banquillo Baraja ha sumado el 43.5% de los puntos en juego que es un porcentaje superior al de Gattuso e incluso al de Bordalás.
Por si eso fuera poco la apuesta por los canteranos le ha salido redonda al entrenador. Javi Guerra ya es un habitual en los onces del tramo final liguero y Diego López también parece haber llegado para quedarse tras sus prestaciones como revulsivo al comienzo y su rendimiento tras la primera titularidad en Balaídos. La aportación también de Alberto Marí con buenos minutos ante el Elche, el Villarreal y el Celta (gol incluído) le incluyen en la triple apuesta ganadora de Baraja por los chavales del Mestalla. La valentía de Baraja y su inseparable Carlos Marchena está siendo premiada con rendimiento de los chavales y resultado para el equipo.
La tercera de las patas de este aumento de crédito de Baraja es la social. Mientras Gattuso cometió la torpeza de acusar a Mestalla del mal rendimiento del equipo, Baraja se dedicó desde su llegada a crear un clima de apoyo absoluto que ha ayudado al equipo ha ganar puntos vitales para la salvación. La comunión entre Baraja y la grada es total y de ello se beneficia el equipo.
Además, cuando hay una guerra absoluta abierta entre el valencianismo y la propiedad, Baraja ha sido lo suficientemente inteligente para guardar las distancias con la propiedad. Declaraciones como aquellas en las que dijo que los únicos que estaban a la altura del club eran los aficionados, marcan su estudiada distancia con el mundo Meriton. Se podrían añadir momentos como la aseveración de que no necesitaba que nadie del club le mostrara apoyo público o cuando dijo que no había hablado con Peter Lim y tampoco le preocupaba. Incluso el pasado fín de semana declinó dar una opinión sobre el viaje de Layhoon, Corona y Solís a Singapur. Esa discreta distancia es la que -junto a los resultados- incrementa entre los aficionados la categoría de leyenda que el Pipo tiene en Mestalla.
