VALÈNCIA. "El posicionamiento internacional que las empresas tenían antes de la pandemia les ayudó a enfrentarse al shock económico derivado tanto de la Covid, como después de la guerra de Ucrania y todos los procesos inflacionistas", así lo señala el investigador del Ivie y director de la Cátedra de Empresa Familiar, Alejandro Escribá tras la presentación del último informe del Observatorio GECE, impulsado por Caixabank y el Ivie.
En declaraciones para Valencia Plaza, Escribá señala como "muy importantes" las infraestructuras para el desarrollo internacional del tejido productivo valenciano. En este sentido, destaca el Corredor Mediterráneo, la ampliación del Puerto de València, así como "todas las infraestructuras que puedan ayudar al desarrollo de la exportación". "Tenemos un buen posicionamiento, incluso con respecto al promedio español, pero las oportunidades son más de las que estamos explotando actualmente", indica el investigador del Ivie.
Sobre la salud de la que gozan las empresas valencianas ante futuras nuevas recesiones, Escribá destaca que la economía de este territorio "es bastante resiliente" debido a la gran cantidad de empresas familiares "que hacen esfuerzos sobrehumanos para superar situaciones difíciles, sacrificando muchas veces el corto plazo para poder resistir y aguantar". "Podremos superar muchas crisis, pero es cierto que venimos de etapas complejas", añade el investigador.
A pesar de estas "etapas complejas", Escribá considera que la economía valenciana "está en un momento de desarrollo y expansión", en especial en el ámbito de las exportaciones. Donde la situación juega más en la contra, añade, es "en el ámbito de las filiales". "Tenemos empresas con un espíritu emprendedor internacional muy elevado, que viene de una perspectiva de tradición del comercio internacional valenciano, pero en el ámbito de la inversión directa en el exterior estamos bastante por debajo de la media española", analiza Escribá.
El investigador señala que la situación está experimentando una mejoría, pero que para alcanzar buenas cifras en estos aspectos se deben superar las "asignaturas pendientes" de las empresas valencianas en este ámbito, que tienen que ver "con el tamaño de las empresas y los niveles de profesionalización de los sistemas de gobierno".
Los sistemas de gobierno corporativo que señala el investigador del Ivie se deben desarrollar con el objetivo de que las empresas "estén gestionadas de una manera profesionalizada y formalizada, que les exija ser transparentes, rendir cuentas, y tener distintas perspectivas". Todo ello, según indica Escribá, "mejorará mucho las capacidades de resistir otras crisis". El director de la Cátedra de Empresa Familiar ve la "clave" del futuro internacional de las empresas valencianas en lograr "desarrollar estrategias deliberadas, planificadas y reflexionadas".
El análisis GECE 01/2023 'Cambios en el posicionamiento internacional de las empresas valencianas durante y tras el Covid-19' fue presentado en el día de ayer por Alejandro Escribá tras una breve puesta en contexto por parte del director adjunto de investigación del Ivie y catedrático de la Universitat de València, Joaquín Maudos, y el director comercial de Empresas de CaixaBank en la Comunidad Valenciana, Felipe Pulido.
En este sentido, Maudos lamentó el "bajo nivel de productividad" de la Comunitat que provoca un "lastre en la renta por habitante, 13 puntos por debajo de la media nacional". Por ello, explicó que uno de los objetivos de este estudio es el de analizar "qué podemos hacer para mejorar en el ranking de productividad y de renta por habitante".
Por su parte, Pulido explicó otra de las vertientes del estudio, aquella relacionada con analizar "la complejidad" de internacionalizar una compañía. En especial, en el sentido de tejer "alianzas duraderas en el tiempo, desplazar personas y buscar socios locales".
Tras esta breve presentación, el testigo fue cedido a Escribá, "artífice y alma de todos los estudios" del Observatorio GECE, en palabras de Felipe Pulido. En este caso, el investigador del Ivie presentó los datos de un estudio que revela que el 79% de empresas valencianas exportadoras se centran únicamente en un área geográfica para mejorar su competitividad.
El estudio divide el mundo en siete grandes áreas grográficas: África, América del Sur, América Central y Caribe, Asia, América del Norte, Oceanía, Unión Europea, y Resto de Europa. El procentaje de empresas que operan solo en una de estas áreas ha crecido en dos puntos porcentuales. Además, el informe revela "un enfoque todavía mayor" de las medianas y grandes empresas en la Unión Europea.
En términos de competitividad, el director de la Cátedra de Empresa Familiar señaló: "Las empresas con alta competitividad suelen escoger muy bien a sus clientes, mientras que las que tienen menor competitividad suelen intentar aprovechar cualquier oportunidad, lo que dispersa su atención". Sobre estas últimas, Escribá indicó que suelen "estar en muchos mercados" pero no suelen lograr "un buen nivel de competitividad".
La última parte de la jornada estuvo dedicada a un coloquio moderado por la directora del Centro de Empresas de Ontinyent en CaixaBank, Vanesa Llinares, en el que se trató la internacionalización y el posicionamiento en otros países de dos empresas con "alta competitividad" como es el caso de Grespania y CTI Cutting.
En este espacio, el director comercial Internacional de TCI Cutting, Jaume Fuster, y el CEO de Grespania, Luis Hernández, explicaron la experiencia de sus respectivas empresas en el mercado exterior. Entre los puntos más destacados que desarrollaron ambos estuvo el modo de entrada de las empresas en un nuevo país.
En este sentido, Luis Hernández recordó que tener una filial es un proceso "caro" que necesita de "un buen número de ventas para ser rentables". Por ello, apostó por arrancar en los países de una forma "poco costosa, para que no suponga un gran gasto para la matriz". Asimismo, aseguró que desde Grespania apuestan por crear empresas nuevas en cada nación y no comprar compañías ya existentes.
Por su parte, Jaume Fuster, indicó que desde CTI Cutting se tiene una filosofía de "entrada orgánica, con personal propio, que además se ocupa de abrir la filial". Este personal, explicó Fuster "trabaja con un agente, a modo de servicio técnico" para dar los primeros pasos en el país, pero es el agente propio en todo caso el encargado de dar los primeros pasos e implantar más tarde la filial.