Carlos Mazón observa a Joan Baldoví, en la tribuna de Les Corts. Foto: CORTS/JOSÉ CUÉLLARVALÈNCIA. Los nuevos equilibrios políticos en la Comunitat, con el PP y Vox en el Consell y con el PSPV y Compromís en la oposición, han dejado paso a su vez a diversas estrategias dentro de cada partido. Y una de las más llamativas es que los populares hayan pasado a considerar a Compromís socios preferentes por encima de los socialistas. Así se está comprobando con los movimientos en Les Corts.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que se presentó en la investidura como un dirigente pactista, quiere tratar de demostrar que se mantiene en el centro del tablero para intentar desmarcarse de Vox pese a gobernar con ellos. Lo hizo con las reuniones para llegar a acuerdos sobre la agenda valenciana –financiación autonómica, inversiones, agua, etc.–, cosa que no agradó a los voxistas y que ya se veía como prácticamente imposible de entrada. De hecho, el PSPV rechazó llegar a entendimiento alguno y Compromís directamente plantó al jefe del Consell.
Mazón también intentó su estrategia con el reinicio de las negociaciones para renovar los órganos estatutarios. En este momento hay cuatro entes que se encuentran en funciones: la Sindicatura de Comptes, el Consell Jurídic Consultiu, el Consell de Transparencia y el Consell Valencià de Cultura. Algunos de estos órganos resultan clave para el correcto funcionamiento de la administración valenciana, pero los partidos han sido incapaces de desbloquearlos en los últimos años. El PP retomó las conversaciones con la oposición, aunque se frenaron. Ahora tendrá que abordarse el asunto de nuevo, ya con propuesta oficial de nombres. Y los populares confían en un acuerdo con Compromís si el PSPV no está dispuesto a pactar.
Pero donde más se está evidenciando el esfuerzo del PP para un acercamiento a la coalición es en la tramitación parlamentaria de los Presupuestos de la Generalitat 2024. El pasado martes se celebró la comisión en les Corts para votar la ley de Medidas Fiscales. Conocida como ley de Acompañamiento, es aquella que sirve como cajón de sastre para la modificación de multitud de normativa autonómica y sin ella no pueden salir adelante las cuentas autonómicas.
El PP y Vox aprobaron todas las enmiendas presentadas conjuntamente, pero la sorpresa de la jornada fue una pactada entre los populares y Compromís, en la que Vox se abstuvo y el PSPV votó en contra. En ella acordaron la creación de un tribunal administrativo valenciano de contratos públicos, un organismo que existe en otras comunidades autónomas como Navarra, Aragón o Galicia.
En este momento, en el caso de la Comunitat Valenciana, cualquier contratista con la administración pública tiene que acudir al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Ahora habrá uno propio que se adscribirá a la conselleria de Hacienda y que actuará en el ámbito de la administración de la Generalitat, su sector público instrumental, los ayuntamientos y entidades públicas vinculadas, las universidades públicas valencianas y los consorcios. Tras la aprobación de esta enmienda transaccionada con Compromís –la única–, el PP deberá impulsar el correspondiente desarrollo normativo.
El contenido del texto tiene su importancia –se trata, además, de una cuestión que venían reclamando desde hace años sindicatos como CCOO–, pero también la estrategia en sí misma. Los populares quieren demostrar que son capaces de llegar a acuerdos con la oposición y que con Compromís pueden hacerlo. La coalición, por su parte, mantiene una línea dura en el discurso contra el PP, pero logra con esta táctica de acuerdos puntuales que los populares y Vox dividan su voto, lo que les permite sacar a la luz los desencuentros entre los socios.
En cuanto a los socialistas, no parece que quieran entrar en el juego. Rechazaron –a diferencia de Compromís– todas las enmiendas de la derecha y desdeñan cualquier entendimiento con los populares en lo que supone una oposición de mayor confrontación. Faltará por ver qué hacen con los órganos estatutarios.
Lo sucedido en Acompañamiento es posible que se repita en la ley de Presupuestos. El PP se muestra abierto a pactar alguna enmienda más, según admiten fuentes del partido. En Compromís esperan que se trate de la relativa a que el Consell apruebe un programa de subvenciones destinado a personas que, por no realizar declaración de la renta o no contar con renta líquida suficiente, no puedan beneficiarse de las deducciones fiscales en el IRPF impulsadas por el Ejecutivo autonómico. De esta manera, dice el texto, "podrán contar con el apoyo de la administración para hacer frente a los gastos de la misma naturaleza". El presidente de la Generalitat ya comentó en uno de los últimos plenos que le parecía una propuesta razonable y que la estudiaría.
A todo ello se une la maniobra de los populares para que Compromís tuviera un puesto en la Mesa de Les Corts y que provocó que el PSPV se quedara con sólo un representante. La coalición se esforzó mucho en vestirlo de que no fue un pacto, pero resulta evidente que sí lo fue.
