“La Comisión Europea está muy preocupada por la adopción de una nueva ley en Polonia que crea un comité especial para investigar la influencia rusa en la seguridad interna de Polonia entre 2007 y 2022. Esta nueva ley plantea la preocupación de que podría utilizarse para impedir que las personas se presenten a cargos públicos, sin un juicio justo”. El Comisario de Justicia, Didier Reynders, planteó esta cuestión en el Consejo de Asuntos Generales y añadió que “la Comisión Europea está analizando en estos momentos la nueva ley polaca y no dudará en tomar medidas inmediatas según sea necesario”.
Éste es el mensaje de la Unión Europea (UE) al presidente de la República de Polonia, Andrzej Duda, del partido “Ley y Justicia” (PiS) y al Primer Ministro, Mateusz Jakub Morawiecki. Pero no sólo Europa se ha echado las manos a la cabeza con una ley que amenaza con acallar a la oposición, entre ellos, el anterior Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, también ex Primer Ministro polaco y su rival en los próximos comicios electorales de septiembre. De hecho, fue Tusk quien encabezó la manifestación por las calles de Varsovia contra la llamada y ya conocida como “Ley Tusk”.
En este sentido, también ha protestado Estados Unidos, precursor de esta ley con sus políticas macartistas de los años 50 del siglo XX, y cuyo nombre deviene en honor al senador Joseph Raymond McCarthy, que denunció una conspiración ruso-comunista en el Departamento de Estado. En plena Guerra Fría contra el bloque soviético, se inició una cacería de brujas entre 1950 y 1956 que llegó incluso a Hollywood, bajo acusaciones de espionaje, lo que en realidad no fue sino un control ideológico.
Los ciudadanos que señale la ley polaca como objeto de investigación, no podrán acceder a cargos públicos mientras estén bajo este proceso inquisitorial. Y, si se niegan ofrecer al órgano administrativo encargado del control la documentación requerida o a comparecer cuando se les llame, pagarán multas de 11.000 euros en cada ocasión. Nada más peligroso que señalar al individuo, sin darle oportunidad de defenderse, con políticas que se alejan de la democracia y de los principios europeos, en una clara preparación de la ciudadanía a una paulatina pérdida de derechos.
Un día después de que 300.000 ciudadanos polacos salieran a la calle en un domingo de protesta, en la primavera del año III d.C. -después de la Covid-, el comisario Reynders publicaba un tweet de advertencia, tras un debate en el Parlamento Europeo. “Expliqué la posición de la Comisión sobre la nueva ley sobre la comisión estatal para el examen de la injerencia rusa en la seguridad interna de Polonia, con una gran preocupación”.
Esa misma mañana, hizo pública su carta al Presidente polaco: “Gracias por nuestra llamada de ayer, donde discutimos la Ley del 14 de abril de 2023 sobre la ‘Comisión Estatal para el Examen de la Influencia Rusa en la seguridad interna de la República de Polonia en el período 2007-2022’. La Comisión Europea está muy preocupada por la adopción de esta nueva ley. Esta nueva ley plantea serias preocupaciones en términos de conformidad con la legislación de la UE, ya que otorga facultades significativas a un órgano administrativo que podrían utilizarse para prohibir a las personas ocupar cargos públicos y que, por lo tanto, podrían restringir sus derechos”.
Reynders continúa la misiva con un mensaje amenazante, que precede a un probable procedimiento de infracción contra Polonia. “Tuve la oportunidad de informar informalmente al Colegio de Comisarios esta mañana. En nuestra llamada de ayer, se ofreció a proporcionar hoy a la Comisión un análisis de la ley en cuestión. Por la presente, le pido amablemente que proporcione ese análisis y todos los documentos pertinentes relacionados con el proceso legislativo sin demora”.
El comisario le estaba pidiendo información sobre la ley con objeto de declararla contraria al Derecho de la UE. Y añadía que la documentación solicitada “también incluiría las opiniones de las partes interesadas relevantes, incluido el Defensor del Pueblo y las oficinas legislativas del Sejm y del Senado, y cualquier otro documento que se considere relevante. Estos documentos serán importantes para que la evaluación de la Comisión decida los posibles próximos pasos”.
-Quería despedirme de ti, David. Ahora que repaso el pasado, veo similitudes entre aquellas leyes mordaza que comenzaron a aprobarse en todos los países, de todas las ideologías, con procedimientos sancionadores fuera de todo control judicial…
-Lo he leído Laura. Aquellas leyes procedieron la llegada de ELLA, bajo el nombre de la tan anhelada IA. Intentaron legislar en contra y tampoco lo lograron. El control llegó tarde y, cuando se dieron cuenta, estaban bajo su control. Y recordaron el precedente polaco…