VALÈNCIA. El presupuesto de À Punt ya se ha convertido, otro año más, en un embolado para los partidos que conforman el Consell. La escena es ya un clásico de la fase de tramitación de las cuentas en Les Corts Valencianes. Pero esta vez la situación inicial es más grave que la de anteriores ocasiones.
Ahora se unen tres circunstancias, como publicó este medio. La primera, la bajada por primera vez del presupuesto de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) desde que se puso en marcha À Punt. Se reduce en un 1,65% para 2022 y contará con 66,9 millones de euros.
La segunda, que se sitúa por debajo del mínimo legal, ya que de acuerdo con la ley del Servicio Público de Radiodifusión y Televisión, las obligaciones que ha de consignar la Generalitat nunca podrán ser de un importe inferior al 0,3% ni superior al 0,6% de la cifra total. El presupuesto no financiero del Gobierno autonómico del próximo año (es decir, para gasto) es de 20.703 millones de euros. Mientras, la financiación que recibirá la CVMC del Consell será de 58,61 millones, un 0,28%. Cantidad con la que no se alcanza ese mínimo del 0,3%, para el que sería necesario aumentar la aportación hasta los 62 millones.
La tercera, el desajuste por las devoluciones del IVA. Aparte de que la Agencia Tributaria reclama a la radiotelevisión valenciana 24,8 millones de las que recibió entre 2016 y 2019 –lo cual se encuentra recurrido–, el cálculo de que no sean percibidas las de este año ni las del que viene supone dejar de ingresar más de 10 millones de euros. Motivo por el que À Punt pedía un incremento de la aportación del Consell en el presupuesto por esa cantidad que no se ha producido.
La situación ha generado importante malestar en el ente, tanto entre los trabajadores como en el equipo directivo, y algunas fuentes reprochan el "ninguneo" del Ejecutivo autonómico. La responsabilidad este año de la propuesta de presupuestos de la cadena dependía de Presidencia. El anteproyecto, sin embargo, es presentado –y, por tanto, suscrito– por los tres partidos que se encuentran en el Consell (PSPV, Compromís y Unides Podem). Motivo por el que sorprenden, de nuevo, las diferentes reacciones políticas de los socios, algunos de los cuales –como Compromís– se muestran especialmente críticos con la situación.
La pelota, como cada año, se encuentra ahora en los grupos de Les Corts, que lo más probable es que introduzcan modificaciones a través de enmiendas. El portavoz de Compromís, Fran Ferri, así lo anticipó este lunes, al igual que la diputada Mónica Álvaro. El primero publicó una comparativa del presupuesto destinado en algunas autonomías a las televisiones públicas. País Vasco, Galicia, Andalucía y Madrid superan a la valenciana en la asignación de los respectivos gobiernos.
Tenim uns bons pressupostos, però també son millorables.
— Fran Ferri (@franferri_) November 8, 2021
Per exemple en l’aposta pels nostres mitjans públics i la industria audiovisual: estem significativament per baix del 0,3% que marca la Llei i el Botànic 2. Lluny també, d’altres CCAA.
Una situació que cal corregir⬇️ pic.twitter.com/ED3Scaf4hV
Desde Unides Podem, Estefanía Blanes se muestra en la misma línea y recuerda que tampoco han considerado nunca suficiente el 0,3% del presupuesto. Igualmente, remarca el hecho de que no se contemple una subida de personal y el problema del desajuste del IVA. Su grupo pedirá reuniones con la Conselleria de Hacienda para ver si se pueden realizar transferencias fuera de la asignación de las cuentas –porque en caso contrario se incumpliría el contrato programa pendiente de aprobación– y tratarán de pactar enmiendas con el resto de socios.
Por su parte, desde el PSPV admiten que "hay que resolver la situación", aunque ven más difícil concretar de dónde se saca el dinero, por lo que se encuentran estudiándolo. En todo caso, remarcan que tienen margen de tiempo.
Las modificaciones presupuestarias suelen ser habituales en este proceso de tramitación en el Parlamento autonómico. Sin ir más lejos, el año pasado el Botànic aprobó mediante enmiendas un aumento de la financiación de À Punt en dos millones de euros detrayéndolos de la socorrida Sección 20, usada en multitud de ocasiones como cajón de sastre para este tipo de bailes de dinero. Pero las cantidades para compensar los problemas de este año de la radiotelevisión valenciana son superiores y es posible que resulte todo más problemático.