CASTELLÓ. (Javi Mata/EFE). El Villarreal ha cerrado el mercado de verano de la temporada 22-23 a la baja, ya que ha estado más marcado por la salidas y el ajuste económico que por el gasto y en el que el regreso como cedido del argentino Gio Lo Celso se ha convertido en la operación estrella del club que preside Fernando Roig.
El principal gasto corresponde a la contratación del lateral izquierdo colombiano Johan Mojica, que ha supuesto desembolso de 5,5 millones de euros en el último día de mercado, tras la venta del ecuatoriano Pervis Estupiñán al Brighton inglés a cambio de dieciocho millones de euros, lo que ha supuesto el ingreso más considerable del club castellonense en este mercado. Por lo que respecta a Gio Lo Celso, su llegada se había convertido en una de las prioridades del club en el que ofreció un gran rendimiento como cedido en la segunda mitad del pasado ejercicio.
A estas tres operaciones se suman en el capítulo de salidas las de Serge Aurier (libre), Moi Gómez (traspasado al Osasuna), Sergio Asenjo (libre y que ha fichado por el Real Valladolid), Vicente Iborra (cedido al Levante), Mario Gaspar (libre y que ha fichado por el Watford, y Rubén Peña (quien rescindió contrato y fichó por el Osasuna).
Por lo que respecta al capítulo de llegadas y fichajes, se han incorporado al equipo que dirige Unai Emery el guardameta Pepe Reina (libre), Kiko Femenia (tras rescindir con el Watford) y José Luis Morales (tras quedar libre con el Levante).
Paralelamente se barajó la salida de Samu Chukwueze en dirección al Everton inglés, pero finalmente no hubo una oferta al respecto y el jugador se ha quedado en el Villarreal.
