CASTELLÓ. La compañía castellonense Enerhi desiste y pone fin a dos proyectos de macroplantas foltovoltaicas proyectadas en Vilafamés-Cabanes y en Les Useres. Ambos proyectos sumaban una inversión de 233 millones de euros para la construcción las plantas solares, así como el resto de infraestructuras necesarias para dar soporte como subestaciones y líneas eléctricas. Desde la empresa han confirmado que ninguno de los dos proyectos seguirán adelante, puesto que no han recibido a tiempo la autorización ambiental y han caducado los permisos de acceso y conexión con la red eléctrica que se necesitaban para desarrollarlos. Pero además, cambios urbanísticos como el que prevé aprobar la próxima semana el Ayuntamiento de Vilafamés, hacen inviable para la compañía retomar y volver a presentar el proyecto tal y como se proyectó en su origen.
Desde la firma de energías renovables afirman que ya han reclamado ante el correspondiente ministerio los avales depositados al estimar que la no obtención de los permisos que impiden desarrollar a tiempo ambos proyectos no es imputable a la compañía, sino a las administraciones. Por ello, y por otras cuestiones como el clima de rechazo social que han despertado las macroplantas solares en ambas ubicaciones y los cambios urbanísticos previstos, el CEO de la firma, Antoni Llorens, espera la devolución de los avales -que suman doce millones de euros-, para "cerrar el capítulo". "Ante el retraso administrativo, el vencimiento de los plazos del punto de conexión y por todo el ruido, hemos optado por no retomarlos, dar por finalizados los proyectos y recuperar los avales", afirma Llorens.
Fue en abril del pasado año cuando se expuso al público el proyecto llamado 'Valentia Edetanotum FV1' presentado por Harbour Maestrat, filial de la firma castellonense Enerhi, para levantar una planta solar con potencia eléctrica de 250 MWp en los términos de Cabanes y Vilafamés con un presupuesto global de 145 millones. La planta iba a dividirse en dos zonas de generación con más de 555.000 paneles solares.
El proyecto despertó una fuerte respuesta social hasta el punto de que el Ayuntamiento de Vilafamés recogió miles de alegaciones y firmas vecinales contra la macroplanta.
Además, el consistorio suspendió cualquier otorgamiento de licencias y autorización que tuviera por objeto la implantación de centrales fotovoltaicas en el término municipal (una moratoria que caducó el mes pasado) e inició los trámites para modificar su Plan General para regular la implantación de instalaciones para el aprovechamiento de las energías renovables.
Esta modificación ha recibido recientemente el visto bueno por parte del departamento ambiental del gobierno valenciano y el Ayuntamiento prevé aprobarlo en el pleno de la próxima semana.
El concejal de Transición Ecológica del consistorio, Raül Forcadell, afirma que, cuando esta modificación esté en vigor "será difícil" que plantas como la proyectada por Enerhi sean posibles. Un extremo que confirman desde la compañía castellonense que, indican, de volver a presentar un proyecto para implantar un parque solar "debería ser compatible con el urbanismo local, como lo era el proyecto que presentamos en su día".
Misma suerte ha corrido el proyecto previsto en el término municipal de Les Useres. Desde la compañía castellonense de energías renovables anuncian que también han reclamado el aval presentado al no recibir a tiempo los permisos y descartan presentar de nuevo el proyecto.
Este parque, llamado Valentia FV19, tenía un presupuesto de inversión de más de 88 millones para levantar una planta solar fotovoltaica con una potencia instalada de 139 MWp y una potencia nominal de 113,83 MWv y más de 300.000 paneles en una superficie de 351 hectáreas. Un plan que también ha contado con el rechazo frontal de los vecinos y del sector del vino de una comarca con fuerte implantación de viñedos.
Entonces, la compañía castellonense se comprometió con los vecinos a repensar el proyecto y reducir la huella pero, finalmente, este año ha caducado el permiso para la conexión con la subestación de Betxí y han optado por solicitar también la devolución del aval y dar por finalizados los planes previstos.
Llorens lamenta que ninguno de los dos proyectos vaya a salir adelante y recalca el retorno económico y social que las dos plantas fotovoltaicas iban a suponer para los municipios en concepto de pago de impuestos y alquileres de terrenos. Asimismo, afirma que la previsión es "rediseñar" y seguir presentando proyectos "pero solo para conectar donde exista capacidad a futuro y, obviamente, cumpliendo con el Plan General de cada municipio que esté en vigor en ese momento".