Foto: RAFA MOLINACASTELLÓ. Los vecinos de Les Useres han mostrado su oposición al proyecto de instalación de una megaplanta fotovoltaica por parte de la empresa Enerhi que afecta a 320 parcelas del municipio en las que se encuentran todas las viñas de esta comarca vitivinícola, cultivos ecológicos, olivos y algarrobos centenarios y milenarios y 50 viviendas de primera residencia, según han denunciado los vecinos.
El resumen de impacto ambiental de la empresa, publicado por la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, planea la instalación de 380.000 placas en una superficie de 351 hectáreas, como adelantó Castellón Plaza. Un proyecto que requiere la ocupación de diversas fincas en Les Useres y además su línea de evacuación deberá llegar hasta la subestación de Betxí, para lo que prevé atravesar los términos municipales de Vilafamés, Costur, l’Alcora, Onda y Betxí. Su informe de impacto ambiental ha sido presentado para su evaluación. Se encuentra ahora en fase de información pública y consultas a los organismos previa a la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental.
Enla iniciativa fotovoltaica, EnerHi tiene previsto invertir más de 88 millones de euros, de los cuales 77,5 millones corresponden a la propia planta solar fotovoltaica. Además, construirá una subestación eléctrica transformadora con un presupuesto de ejecución de 3,8 millones y una línea de alta tensión de más de 40 kilómetros de longitud y una inversión de 7 millones de euros. A la postre, los documentos presentados en la Administración contemplan la ocupación de 351 hectáreas en este término municipal y una potencia nominal de 136 megavatios.
Alba Saura, propietaria de parcelas de cultivo de almendro ecológico que se verían afectadas por la instalación de las placas, que afectarían asimismo al "mas" familiar de uso frecuente, explica a EFE que con este proyecto "desaparecerían todas las viñas del municipio, cultivos y más de 50 viviendas habituales", porque en Les Useres "mucha gente vive en masos". Sostiene además que "todas las fincas que están contempladas en el proyecto están trabajadas", por lo que el mismo ha generado gran intranquilidad en la zona.
Además se verían afectados algarrobos centenarios que siguen el plena producción y olivos que "están aquí desde que estaban los romanos", por lo que ante la posibilidad de que se plantearan medidas compensatorias "no pueden compensan el valor de lo que vas a arrancar". Unos 300 afectados han formado un grupo en el que están intercambiando información y estudiando medidas a tomar para oponerse al proyecto, que califican de "barbaridad absoluta".
Los vecinos, según relata la afectada, tienen "miedo de que el Gobierno declare el plan de utilidad pública y la empresa tenga vía libre para expropiar cualquier terreno". Ante esto "protestaremos donde haga falta", apostilla. Además de a viviendas y cultivos, el plan afectaría a granjas, alojamientos rurales y restaurantes. La línea de evacuación, explica, "pasa por la puerta del Espai Pou de Beca", y la cooperativa de vino de Les Useres "se quedaría rodeada de placas", así como otros negocios de hostelería en los que se ha hecho una gran inversión, como el Mas de Picandó.
En cuanto al sector vitivinícola de la zona, Saura apunta que, de acuerdo con los mapas de la planificación de la planta, "todas las viñas van fuera", algo que supondría un duro golpe a una zona que está apostando por el turismo enológico y cuyos vinos van ganando prestigio en el sector año tras año.m Saura ha lamentado que los vecinos ya tendrán que "tragarse, sí o sí", la línea de Muy Alta Tensión (MAT) de Morella a Almassora que pasará por el municipio.
Critica que en el informe de impacto ambiental hecho público por la Delegación de Gobierno se hable de las afecciones al medio natural pero asegura que "en ningún momento se habla de las personas que viven". En el informe de la empresa se explica en este sentido que la planta y la línea de alta tensión de evacuación "conlleva unos efectos positivos no solo sobre la socioeconomía de los municipios donde se implanta, sino también sobre los aledaños".
Efectos como "generación de empleo; dinaminzación de empresas suministradoras o proveedoras; sobre la fiscalidad municipal; sobre la construcción en terrenos con propietarios locales o una dinamización económica inducida", son citados entre las ventajas que supondría para la zona el desarrollo del proyecto.
Los vecinos no comparten esta visión de los beneficios del proyecto y critican además el "discurso contradictorio" de las administraciones: "Nos animan a emprender y crear negocios para luchar contra la despoblación -e incluso nos ofrecen subvenciones- y dinamizar así económicamente el medio rural", pero "después llegan y declaran de utilidad pública un negocio así que se llevará por delante todo tu esfuerzo".
Del mismo modo se preguntan por qué no se sitúan estas plantas en zonas próximas a la subestación de Betxí, en el área de La Plana, donde existen miles de hectáreas de cultivo en desuso o abandonado. Una postura que comparten con la Asociación Ecologista Agró, que pide una "adecuada planificación" para este tipo de instalaciones. Y sostiene que la Administración "no escucha a los movimientos que reclaman una ubicación racional" que las situaría "en lugares más cercanos a los grandes demandantes de energía".
