CASTELLÓ. La promoción de grandes plantas solares en el interior de la provincia de Castellón ha desatado sonoras críticas y reivindicaciones de asociaciones vecinales y ecologistas así como de diferentes ayuntamientos y la Generalitat Valenciana. Algunas de las instalaciones en cuestión pertenecen a la compañía Enerhi, como por ejemplo la prevista por la firma en Vilafamés y Cabanes por una parte, y en Les Useres por otra.
En total, según lo presentado por la firma, ambos proyectos suman más de 800.000 módulos fotovoltaicos con los que alcanzarán una potencia nominal superior a los 380 megavatios. La iniciativa de Vilafamés y Cabanes producirá 105 y 145 MW de energía respectivamente y prevé la ocupación de 274 hectáreas. Y por otro lado, el proyecto previsto en Les Useres prevé alcanzar 351 hectáreas y la potencia de los 136 megavatios. En ambos casos, el revuelo generado ha motivado los centenares de alegaciones presentadas, como publicó Castellón Plaza.
Sobre la planta de Les Useres, la empresa ya anunció hace semanas que repensaría la iniciativa y la modificaría ante las críticas surgidas a raíz de la exposición al público. Una estrategia que también seguirá en el caso de Vilafamés y Cabanes, donde por ejemplo el Ayuntamiento de Vilafamés ha recabado más de 1.600 alegaciones individuales contra el macroproyecto así como otras 1.600 firmas "ante la apropiación de territorio que se pretende realizar desde la empresa Enerhii, una cifra muy elevada teniendo en cuenta la demografía de la comarca", según el propio consistorio.
Asimismo, recientemente se ha conocido un informe desfavorable de la Generalitat sobre el proyecto en estos dos municipios, donde concluye que la iniciativa de Enerhi presenta "afecciones de carácter relevante" según diferentes "criterios territoriales". Por tanto, las actuaciones previstas "se consideran no viables", según la administración valenciana, por ejemplo, por superar la ocupación permitida por la ley de suelo no urbanizable.
Así, la compañía ha asumido modificaciones. "Una vez recibidas las alegaciones, especialmente las que entran en más detalles, adaptaremos el proyecto", explica el CEO de Enerhi, Antoni Llorens.
Entre las alegaciones, se cuestiona el territorio ocupado -274 hectáreas-, que contravendría los límites establecidos para el uso de suelo no urbanizable si se tienen en cuenta otras plantas fotovoltaicas. También se acusa de "falta documentación necesaria" como un estudio de integración paisajística o de inundabilidad o de avifauna. Así como que afecta "a áreas no recomendadas por la sensibilidad ambiental identificada" o que tendrá un impacto negativo en la economía de la zona y generará "menos puestos de trabajo, de menor durabilidad y con unos beneficios económicos con un impacto local llamativamente menor".
Entre otras cosas, y de manera similar a la postura con el proyecto de Les Useres, en este caso Enerhi se ha comprometido a "no implantar paneles fotovoltaicos en aquellas parcelas del municipio que alberguen viviendas, negocios, viñas, cultivos ecológicos o árboles monumentales, y a respetar las distancias mínimas para no afectar a los vecinos". En ese sentido, Llorens asegura que en algunos casos hay edificaciones por legalizar y que no están recogidas en los planos, por los que el proyecto no las había tenido en cuenta.
"Si hay edificaciones alegales o en trámite, también guardaremos la distancia", asegura Llorens, quien resalta que la firma "no lo podía saber cuando hizo el proyecto porque desde el punto de vista legal, no existen en muchos casos". Asimismo, desmiente el argumento económico al subrayar que la planta de Vilafamés y Cabanes creará alrededor de unos 60 puestos de trabajos, la misma cantidad que en Les Useres.