VALÈNCIA. La selección española, una de las grandes sorpresas del Eurobasket, afrontará este viernes (20:30 horas) en las semifinales el más difícil todavía en busca de un pase a la final de Berlín contra Alemania, que exhibe el mejor ataque de la competición con 93,6 puntos por partido.
Sin las selecciones lideradas por las superestrellas europeas de la NBA Luka Doncic, Nikola Jokic y Giannis Antentokounmpo, España, Alemania, Polonia y Francia pugnarán por colgarse el oro en una de las ediciones más sorprendentes del Eurobasket.
Tras la disputa de la primera semifinal entre Polonia y Francia (17:15 horas), la selección española buscará en territorio hostil un asiento para la final del domingo, algo impensable hace 15 días cuando empezó el campeonato.
Pese a estar inmerso en un proceso de transición, el equipo entrenado por Sergio Scariolo atesora un gen competitivo que, incluso sin jugadores diferenciales, le ha permitido situarse, contra todo pronóstico, a solo dos victorias de colgarse el oro.
De ganar al peligroso y físico equipo alemán, que afrontará la batalla con el público a favor, España jugaría su séptima final de un Europeo en 25 años, lo que le permitiría asegurarse el séptimo metal consecutivo en el campeonato continental organizado por la FIBA.
Pero antes de pensar en medallas, el bloque granítico de la selección española pondrá a prueba su madurez ante un hueso duro. Alemania se ha convertido, quizá, en la mejor selección del Eurobasket por juego y estadísticas.
No sólo tiene el mejor ataque con 93,6 puntos por partido, también es la selección que más triples anota por encuentro (12,9, con un 40% de acierto).
Su juego, alegre, rápido, vistoso y físico es difícil de defender. El base Dennis Schroeder es el líder ofensivo del equipo entrenado por Gordi Herbert, con 20,6 puntos y 7,7 asistencias por partido.
Franz Wagner es otro de los puntales del equipo teutón. El completo ala-pívot de los Orlando Magic rebotea, anota desde el perímetro, postea y es fiable desde la línea de tiros libres. A ello se suma la aportación de interiores físicos y fiables en el rebote como Daniel Theis y Johannes Voigtmann.
Pero por encima de los nombres, la selección alemana destaca por un juego en equipo frenético en ataque y fiable atrás. Fue precisamente ese espíritu el que le permitió anular en los cuartos de final a la Grecia (107-96) de la superestrella de la NBA Giannis Antetokounmpo.
En la fase de grupos acabó segunda en el denominado 'grupo de la muerte' por delante de Francia y Lituania, y únicamente superada por Serbia, que fue eliminada en los octavos de final por Italia.
La pizarra del seleccionador español, Sergio Scariolo, tiene ante sí otro reto de altura después de neutralizar el talento del finlandés Lauri Markkanen en los cuartos de final y anular la jerarquía física de Jonas Valanciunas en los octavos ante Lituania (102-94).
Si quiere acercarse a la final, España, que encaja 78,8 puntos por partido, deberá mostrar su mejor versión defensiva. La campeona del mundo superó las dos primeras eliminatorias cuando fue capaz de edificar un muro atrás.
El escolta Rudy Fernández, que aparece cuando quema el balón y que a su vez es un puntal defensivo, y el pívot Willy Hernangómez, referencia ofensiva con 17,9 puntos y 7,1 rebotes por partido, serán claves en el encuentro contra los alemanes. Todo ello sin olvidar a Lorenzo Brown, que con sus asistencias (7,1) y puntos (13,4) desde el perímetro da oxígeno a la selección española.
Pero si en algo ha sobresalido España ha sido en el espíritu solidario de todo el grupo. Los doce jugadores del equipo, siete de ellos debutantes en un torneo FIBA, tienen un rol que aceptan sin rechistar. Desde Alberto Díaz, decisivo en defensa, al juego más anárquico de Darío Brizuela, que brilló en ataque contra Finlandia, pasando por la aportación interior de Juancho Hernangómez y Usman Garuba, dos jugadores vitales para frenar la potencia alemana en la pintura.
El partido entre ambas selecciones será la reedición de la semifinal del Eurobasket de 2005. En aquella ocasión, el equipo alemán imprimió el billete a la final (74-73) con un imperial Dirk Nowitzki (27 puntos).
De ganar, España se medirá al ganador de la primera semifinal que disputarán Polonia y Francia. La selección centroeuropea echó contra todo pronóstico en los cuartos de final a la Eslovenia de Luka Doncic (87-90), vigente campeona del Europeo, con una actuación superlativa de Mateusz Ponitka (26 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias).
El alero consiguió un hito histórico al convertirse en el tercer jugador que completa un triple-doble en un Europeo tras el croata Toni Kukoc y el rumano Andrei Manadache.
Francia, liderada por el pívot Rudy Gobert (14,7 puntos y 10,9 rebotes), no debe fiarse de un equipo que plantea partidos muy físicos en defensa. La subcampeona olímpica ha necesitado dos prórrogas contra Turquía (86-87) e Italia (93-85) para estar entre las cuatro mejores selecciones europeas.