CASTELLÓ. El grupo empresarial castellonense Facsa, especializado en el ciclo integral del agua, cerró el ejercicio económico del 2019 con una cifra de negocios que supera los 115 millones de euros y con unos resultados consolidados de casi 13,8 millones euros. Para lograr estos buenos resultados, según se explica en el informe de gestión de la propia compañía, han sido determinantes la búsqueda de nuevas líneas de negocio dentro de su sector o la expansión geográfica en territorio nacional, que les ha llevado a estar presentes hasta en siete comunidades autónomas.
En cuanto a las previsiones para este año, la compañía espera que en este ejercicio pueda consolidar todo lo realizado en 2019 y potenciar aquellas áreas de negocio donde su presencia pueda verse incrementada. En este entorno pone énfasis en su participación en uniones temporales con otras empresas.
Pese a que la cifra de negocios resultante a lo largo del pasado año fue ligeramente inferior al obtenido en el mismo periodo precedente con una rentabilidad económica del 9,6% -cuando en 2018 fue del 10,6- este porcentaje se sitúa por encima de la media de los cinco años anteriores. Y en cuanto al patrimonio neto del grupo, éste se situó por encima de los 83,6 millones de euros, lo que multiplica por 7,9 veces el capital desembolsado en la sociedad dominante- Facsa- que representa el 93% del total de activos aportados al grupo empresarial y un 89% del importe neto en la cifra de negocios.
Las principales actividades de la compañía a lo largo de este último cierre volvieron a centrarse en la captación, depuración y distribución para núcleos urbanos, además del alquiler, lectura y conservación de contadores de agua y depuración de aguas residuales.
Por otro lado, pocas variaciones se dieron a lo largo del pasado año con respecto a la rentabilidad financiera de la compañía, que se mantiene en niveles elevados y que en 2019 rondó el 20%, ligeramente mejor que los resultados obtenidos durante los dos ejercicios anteriores.
En cuanto a las claves de este buen comportamiento de los balances, desde la compañía castellonense se establece como determinantes la búsqueda de nuevas líneas de negocio dentro del ciclo integral del agua, la expansión geográfica a otras comunidades autónomas, como ha sido Castilla-La Mancha, Aragón, Murcia, Baleares, Andalucía y Cataluña, todo ello unido a la fidelización de sus clientes en sus mercados ya tradicionales, como es el caso de la Comunitat Valenciana.
En referencia a posibles riesgos, el grupo se considera en una posición privilegiada dado que la mayor parte de sus actividades principales se encuentran vinculadas con contratos de concesión administrativa a largo plazo de tracto sucesivo y con una duración media de los mismos de entre 25 y 30 años.
Por otra parte, en lo que concierne a la plantilla, el grupo Facsa contaba al cierre del 2019 con un total de 1.090 trabajadores, lo que representa 71 más que los que tenía en las mismas fechas del año anterior. De ellos, 250 correspondían a titulados medios y superiores agrupados en un equipo multidisciplinar altamente cualificado, y con una alta participación en las tareas de I+D+i que desde hace años viene impulsando la compañía.