Fotos: Toni Losas
VILA-REAL. Familiares de ancianos residentes en el centro Sant Llorenç se han manifestado este martes a las puertas del centro para protestar por el cierre del establecimiento, a tenor del expediente disciplinario abierto por la Generalitat en 2018 que se ha resuelto finalmente con la clausura durante un año y una sanción de más de 160.000 euros.
El cierre supondrá que más de medio centenar de ancianos residentes tengan que abandonar el centro a partir del próximo 15 de septiembre, que es la fecha marcada para hacer efectiva la sanción, derivada del expediente abierto en su día a raíz de una inspección rutinaria por parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.
La clausura del centro llega en plena pandemia y coincidiendo con la aparición de rebrotes por coronavirus, lo que ha sido puesta en cuestión por el propio alcalde de la ciudad, José Benlloch, que ha tachado la decisión de "inoportuna y fuera de lugar".
Además de familiares y amigos de los residentes, en la concentración también ha estado presente el máximo responsable municipal de los Servicios Sociales, el concejal socialista Álvaro Escorihuela.
Desde el Consell se recuerda que se trata de un centro privado, aunque algunas de las personas residentes reciben una prestación a través de la Generalitat Valenciana para sufragar los gastos de las estancias en residencias,