Del 3 al 16 de julio la ciudad de València acoge el campus de verano organizado entre la Academia de Cine y Netflix, en colaboración con el Ayuntamiento. En este Iñaki Sánchez y Marc Ortiz, junto a otros seis directores, podrán pulir sus guiones junto a expertos del mundo audiovisual
VALÈNCIA. La primera edición del campus de verano de la Academia de Cine ya es una realidad. El pasado mes de febrero València acogía la gala más importante del cine español: los Premios Goya, en la que Mariano Barroso hizo la promesa de este campus para guionistas. Tras este anuncio más de 102 guiones llegaron a manos de la Academia, donde fueron meticulosamente revisados por un equipo de expertos formado por: los cineastas Pilar Palomero, Salvador Calvo, Miguel López Berraza, las productoras Marisa F.Armenteros (de Buenapintamedia) y Susana Casares (Netflix) y por Teresa Cebrián.
Con el requisito de mostrar guiones “relacionados con la diversidad, entendida en todas sus definiciones” se pidió a los directores que enviaran un guión terminado que abordara esta temática, bajo su punto de vista. Entre ellos han resultado seleccionados ocho proyectos españoles, dejando un hueco obligatorio en las aulas para dos proyectos valencianos. Estos son los de Iñaki Sánchez y Marc Ortiz quienes han logrado cautivar al comité de expertos con sus obras Karen y Julia y L’aguait, respectamente. Dos historias que tienen quince días para perfilarse por completo con la intención de rodar por las salas en un futuro muy próximo, aunque ahora es turno de escuchar, modificar y aprender.
“Ya solo haber llegado hasta aquí es un honor”, confiesa Ortiz. Acostumbrado a trabajar en cortometrajes o spots relacionados con el mundo de la publicidad presenta ahora su primer largometraje. Las puertas del campus se le han abierto gracias a L’aguait, que cuenta la historia de Pastora, un ex maqui hermafrodita que se convierte en bandolero y asesino. Este personaje huye de un guerrillero del Partido Comunista Español, quien descubrirá que todo lo que la propaganda vende sobre él es mentira, y que realmente la Guardia Civil le utiliza para desprestigiar la resistencia antifranquista. El relato surge de una historia real, del 1950, que sucedió en L’Alt Maestrat: “Pastora cuenta la historia de Teresa Meseguer, quien nació con una ambigüedad sexual por la que fue inscrita como mujer cuando en realidad era hombre”, relata Ortiz, “al ser de la zona conocía el personaje, pero el guión ha supuesto un duro trabajo de investigación para ahondar en todos los detalles sobre esa época”.
Sánchez presenta Karen y Julia, una historia “de amistad y cuentas con el pasado” en tono road movie, inspirada en grandes referentes como podrían ser El hijo de la novia, Little miss sunshine o Intocable. Tras dirigir Zerø y El lodo, este film se conviertirá en el tercer largometraje del director, centrándose en la representación en pantalla de la tercera edad. Julia es una anciana residente en València que convence a su ciudadora, Karen, para que la acompañe a País Vasco bajo la premisa de que “nunca es tarde para volver a empezar”. El proyecto cuenta ya con una ayuda a guión y desarrollo, otorgada por el IVC, y ahora va en camino a la ayuda de producción: “Vamos a ir con el guión muy perfilado a por estas ayudas, esperamos que con el empujón del campus podamos lograr un trabajo excelente”.
Los trabajos de los ocho directores se presentan, a ser posible, en su última y más detallada versión: guión completo, detalles técnicos sobre iluminación y sonido, propuestas de casting, enfoques… Tal y como comenta Inés Enciso, coordinadora del campus, eso es lo que ayuda que se pueda trabajar mejor sobre ellos: “Cuanto más perfilado venga un guión mejor, a lo largo de los 15 días que dura el campus buscamos la manera de perfeccionar toda sus aristas, y por supuesto de trabajar las historias desde el prisma de la diversidad”. La primera tarea que tienen los directores es la de leerse el resto de trabajos, y compartir los comentarios sobre estos en una conversación por grupos.
Para Sánchez y Ortiz la verdadera complicación es, tal vez, el tiempo: “Una vez empecemos con los tratamientos tendremos que ir aplicándolos, todo lo aprendido hay que ir aplicándolo poco a poco”, comenta Sánchez. El trabajo en casa y los “deberes” resultarán cruciales tras el desarrollo de las lecciones, y la clave es mantener “la mente abierta”: “Yo venía con un concepto de diversidad más cerrado”, confiesa Ortiz, “me ha gustado mucho leer el trabajo de mis compañeros porque he podido ver reflejada una nueva historia de diversidad, desde nuevos ojos”.
Para pulir todo esto los alumnos contarán con los consejos de: Santiago Zanno, quien obtuvo el Goya a la mejor dirección novel por El truco del manco (2008) protagonizada por El Langui, Valérie Delpierre, de Inicia Films (productora de Las Niñas y Verano 1993), Montxo Armendáriz, quien obtuvo el Goya por mejor guión original por Las cartas de Alou (1990) un drama sobre la inmigración subsahariana en España, y por Belén Funes, directora de Sara a la Fuga (2015) una película producida por Isabel Coixet sobre una joven que vive en un centro de acogida para menores. Estos mentores elaboran un programa único, que toca todas las aristas de los trabajos presentados. En la primera semana el trabajo se centra en el guión, los personajes y los diálogos. También aparecen en escena diversos directores de departamentos de fotografía y arte, para dar el toque final.
La clave para que todos estos consejos vayan como guante al dedo es la escucha, aprender de los profesionales, o al menos así lo considera Ortiz: “Estoy abierto a todo lo que pueda suceder en el campus, vamos a trabajar con gente de primera y poder escuchar su opinión será clave. Hay que empaparse y luego perfeccionarlo todo, gracias a sus consejos y anotaciones crearemos una cuarta versión”. En la dificultad de levantar un proyecto de cero cualquier ayuda es bienvenida, y acciones como esta suponen un “altavoz” para los guionistas: “En primera instancia ya están valorando nuestros proyectos, eso es muy importante”, comenta Sánchez, “es la primera pata que necesitamos para llevar nuestras obras al siguiente nivel, es como un empujón”.
Pasada la primera semana de trabajo y pulidos los guiones se pasa a la puesta en pie de una escena. La directora y guionista Neus Ballús, premio Gaudí a la mejor dirección, mejor montaje y mejor guión por Sis dies corrents (2021) ayudará a los directores a trabajar los personajes naturales. Ella en su film Sis dies corrents, domina la dirección sobre tres actores naturales que se interpretan a ellos mismos en una historia entrañable sobre tres fontaneros. Una vez superado el miedo a los actores naturales los directores podrán trabajar junto a Fernando Franco, ganador del Premio Goya en 2014 por La herida, con actores profesionales, llevando una escena real a un paso más allá. El último día se visionará