CASTELLÓ. Iberdrola construirá una planta fotovoltaica con 7.800 paneles solares en el polígono industrial del Serrallo de Castelló. Con la instalación, de la que ya tramita las diferentes autorizaciones, nutrirá de energía eléctrica a los dos ciclos combinados con que cuenta en las instalaciones del Grau, señalan a Castellón Plaza fuentes de la compañía.
Para plasmar este proyecto, el gigante energético invertirá 2,3 millones, que tiene previsto comenzar a materializar a partir del próximo mes de septiembre, tras la obtención de las autorizaciones administrativas. En Iberdrola prevén que la planta esté operativa "antes de que acabe el año". Buena parte de sus placas fotovoltaicas estarán ubicadas en los terrenos que antiguamente ocupaba la central térmica de fuel, con las dos características chimeneas frente al mar que fueron demolidas a finales de 2010.
Con ello se plasmará una vieja ambición del gigante energético. Y es que su presidente, Ignacio Sánchez Galán, ya anunció en marzo de 2007 la intención de instalar "paneles fotovoltaicos en Castellón". En aquel entonces ya se habló de la disponibilidad de espacio en las instalaciones del Serrallo, algo que finalmente se plasmará. La planta ocupará una superficie de cinco hectáreas del polígono castellonense.
El huerto solar será de esta manera uno de los más importantes (si no el que más) de la provincia de Castellón, ya que contará con una potencia instalada de 3,5 megavatios (MW) y generará unos 5.500 MWh/año de energía renovable. Esta es una producción equivalente al consumo propio de la central, "el que realizan todos los motores, bombas, ventiladores y luminarias que siempre están en marcha para mantener la central operativa, incluso cuando está parada", concretan las fuentes de Iberdrola.
De esta manera, los dos ciclos combinados de Iberdrola en el polígono del Serrallo seguirán funcionando, pero ya independientemente de energía eléctrica procedente del exterior. Eso sí, la planta renovable no puede evitar la necesidad de funcionamiento de ambos ciclos combinados, que tienen una potencia instalada de 800 y 850 MW, hasta 240 veces superior a la del huerto solar.
Eso sí, ambos funcionarán con electricidad totalmente limpia, lo que evitará la emisión anual de unas 3.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. En este sentido, desde la compañía destacan su "continua apuesta por la introducción de mejoras ambientales en este emplazamiento", donde ya en 2008 clausuró la antigua central de fuel oil puesta en marcha en los años 70 y la sustituyó por centrales de ciclo combinado, "que utilizan gas natural como combustible, mucho más respetuoso con el medio ambiente". En esta apuesta, las fuentes de Iberdrola resaltan que la recuperación económica posterior a la crisis del coronavirus "debe estar basada en principios verdes, con la lucha contra el cambio climático como elemento central".