CASTELLÓ. El camino ya iniciado en la Comunitat Valenciana hacia una construcción y edificación más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, centradas en las personas, pasan por la industrialización y la prefabricación, por las ventajas que aportan en un contexto no exento hoy de grandes desafíos energéticos y la búsqueda de la mejor habitabilidad. Son aspectos que requieren no solo del fortalecimiento de la colaboración público-privada y de una constante investigación, sino también y sobre todo de un cambio de mentalidad en un sector donde los modos tradicionales aún cimentan su propio desarrollo.
Esta es solo una de las conclusiones del desayuno que, organizado por Castellón Plaza, en colaboración con la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana -Redit- y la Vicepresidencia Segunda de la Generalitat Valenciana, ha reunido esta semana en Castelló a representantes de sectores públicos y privados involucrados en el ámbito de la construcción sostenible en la Comunitat.
El encuentro, celebrado en la Cámara de Comercio de Castellón y moderado por Juan Ignacio Alfonso, director de Expansión de Ediciones Plaza ha contado con la participación de Laura Soto, secretaria autonómica de Arquitectura Bioclimática y Sostenibilidad Energética; Nuria Matarredona, directora general de Innovación Ecológica en la Construcción; Gonzalo Belenguer, director general de Redit; Jorge Corrales, arquitecto del área de Hábitat del Instituto de Tecnología Cerámica -ITC-; Pilar Peiró, del área de Innovación y Nuevas Tecnologías en Becsa; Amparo López, doctora en Sociología y Antropología Social, investigadora del IBV especializada en User Experience e Innovación social; Laura Marín, ingeniera de ITE; y Jaime Gorgues, CEO de NIU Houses.
La secretaria autonómica Laura Soto fue la encargada de abrir un vivo debate recordando cómo desde su departamento se viene trabajando para establecer un diálogo con todo el sector, con las empresasy el resto de actores que confluyen en este ámbito, con el propósito de aunar propuestas transversales dirigidas a fomentar una nueva construcción, más respetuosa con el medio ambiente, con las personas, y para ello ensalzó el papel de los diferentes institutos tecnológicos. "lo que permite abrir espacios de diálogo" con los que trazar esta nueva hoja de ruta. En este punto, Soto señaló cómo la industrialización y la prefabricación representan una alternativa a los nuevos desafíos energéticos, el ahorro, habitabilidad, seguridad laboral y aprovechamiento de recursos, entre otros campos.
Estos aspectos fueron compartidos plenamente por la directora general de Innovación Ecológica en la Construcción, quien en su intervención explicó algunos de los objetivos de su departamento, como es la transferencia del conocimiento para promover una construcción sostenible y hacerlo en lo que "podría llamarse la Construcción 5.0, porque a todos nos involucra la innovación". Nuria Matarredona remarcó que la sostenibilidad es "un campo abierto a las oportunidades, que ayuda a promover y retener el talento en esa nueva arquitectura que habla de respeto al medio ambiente, seguridad, digitalización, además de permitirnos ser más competitivos".
Matarredona incidió en su exposición en que "en un contexto europeo, con la Agenda 2030, nos hemos comprometido a andar este camino", al tiempo que instó a promover nuevas etapas para llevar esta industrialización a la edificación en altura y crear y adaptar los espacios en la vivienda. En este punto, destacó el papel de la compra pública innovadora como incentivo en el desarrollo de un sector en el que se abre paso una arquitectura responsable.
Gonzalo Belenguer, director general de Redit, tras recordar en su intervención el peso que tiene el sector de la construcción -que representa el 13% del PIB español- remarcó las ventajas de estar alineados en proyectos colaborativos para hacer de la Comunitat Valenciana un referente en el campo de la industrialización. Belenguer incidió, por otro lado, en que apostar por la industrialización, por ejemplo, requerirá en la búsqueda de nuevos perfiles profesionales y en acciones que aboquen a una estrecha colaboración público-privada. De momento, el responsable de Redit puso de relieve la importancia de contar con empresas como las valencianas, "tractoras de este sector de la construcción y que nos permitirán avanzar en este y otros campos para ser más sostenibles".
Por parte del ITE, la ingeniera Laura Marín, señaló la importancia de trabajar en nuevos materiales para lograr crear edificaciones de bajo consumo energético, de integrar las energías renovables a diferentes niveles, de rentabilizar esa demanda energética o lograr una integración óptima de los equipamientos energéticos. Para Marín, es fundamental que el usuario de estas viviendas sea proactivo en este propósito común de mejorar la eficiencia y el consumo. Para que esto sea posible, explicó, "es clave facilitar las herramientas al usuario que le permita afrontar estos avances", al tiempo que destacó las ventajas de la digitalización en este proceso y hacerlo de una manera lo más sencilla posible.
Por otro lado, la ingeniera del ITE incidió en que esta industrialización en la construcción constata la necesidad de pensar en la huella de carbono del edificio y hacerlo no solo en todo su ciclo de vida, sino también en su periodo de fabricación, incluso desde el ecodiseño, y siempre con una visión final y bajo un modelo de economía circular.
En el lado estrictamente empresarial, Pilar Peiró, de Becsa, aludió a la estrecha colaboración con los institutos tecnológicos y remarcó que todos esos desarrollos, si no se aplican ya, se irán aplicando en el futuro". En este sentido, abogó por tener la "mente abierta y escuchar a quienes van a la vanguardia de la investigación". En un sector eminentemente tradicional, incidió, es necesario el talento y buscar soluciones encaminadas al ámbito industrial. "Es una oportunidad que se nos abre para generar menos residuos, ser más sostenibles", ventajas que hacen que la industrialización "no sea una opción, sino una obligación". Peiró añadió que la construcción es un sector vital y hay que ser capaces de responder a una demanda que la industrialización puede atender.
Por parte de la empresa Niu Houses, su CEO, Jaime Gorgues, recordó algunos de los aspectos que hacen de la industrialización una de las soluciones más ventajosas para afrontar los nuevos desafíos y demandas del sector. Gorgues, que incidió en que la replicabilidad es la base de nuestra filosofía", apuntó que "la estandarización nos permite ser sostenible en costes"; por contra, señaló que su sector se encuentra con una barrera cultural que hay que superar. "Nuestro objetivo -explicó- es estandarizar un sector e ir a un sistema de previsión como suele pasar con otros sectores"; esto permite, por ejemplo, que haya más seguridad laboral con menos bajas, procesos industriales eficientes y más sostenibles… "todos son ventajas, pero cuesta hacer entender esto a un sector que es muy tradicional".
En cuanto al papel de los institutos tecnológicos, el CEO de Niu Houses, señaló la importancia de la investigación, probar nuevos materiales, que es clave. "pero esta investigación, los ensayos, tienen un alto coste para las empresas con resultados a medio y largo plazo" de ahí que abogara por una mayor implicación de la Administración que permita crear escenarios favorables cara a un sector que tiene gran futuro y que da respuestas a los grandes retos que hay por delante, como así se ha puesto de manifiesto en otros países.
Por parte del ITC, el arquitecto Jorge Corrales incidió en aquellos aspectos en los que su departamento viene trabajando para la mejora en el comportamiento de los edificios y, de este modo, contribuir a extender su vida útil. También habló de los numerosos proyectos puestos en marcha por el área de Hábitat del ITC, como es el de promover la construcción industrializada, estableciendo líneas estratégicas para el sector, además del desarrollo de nuevos productos con material cerámico, por ejemplo, en materia de aislamiento. Para Corrales, la industrialización es siempre una oportunidad en cuanto evidencia el interés por afrontar los nuevos retos desde la innovación y abierto, entre otros aspectos, a la implementación de nuevos materiales.
Jorge Corrales también extendió, incluso, estas posibilidades a la rehabilitación de viviendas, que "es posible aunque a diferente escala".
Y en cuanto a la necesidad de dignificar las viviendas para que puedan ser habitadas, la doctora en Sociología y Antropología Social e investigadora del IBV, Amparo López, habló de habitabilidad. La especialista en innovación social incidió en que "tenemos que afrontar este proceso pero que sea una adaptación amigable. Nuestro propósito -añadió- es que sea un sector seguro y atractivo" al tiempo que remarcó que "la sostenibilidad es buscar el equilibrio, entre lo social, medioambiental y económico. Para que todo esto sea así -dijo- existen elementos subjetivos asociados a la percepción". En este sentido, López mantiene que "los ciudadanos están preparados para colaborar en estos propósitos y celebran el cambio asumiendo que este camino es de no retorno. La necesidad obliga. Y nos enfrentamos a una necesidad de cambio en la construcción. Son procesos sociales de cambio, una evolución natural, y la forma de integrar las soluciones industrializadas llega en un momento oportuno".
Para la doctora en Sociología y Antropología Social, "la ciudadanía quiere el cambio hacia una nueva edificación y un modelo colaborativo en la construcción nos ayudará siempre a proporcionar estilos de vida más favorables".
Por otro lado, mención aparte tuvo en el desayuno de Castellón Plaza los retos paralelos que conlleva el desarrollo de la construcción industrializada como es el asunto de la formación, ya que los nuevos retos conllevarán nuevas necesidades en cuanto a la cualificación de los perfiles profesionales. En este sentido, los ponentes coincidieron en señalar que esta readaptación será a largo plazo, pero el nuevo modelo abocará a cambios importantes en este aspecto.
Por último, además de las ventajas que en materia de sostenibilidad medioambiental, energética, de ahorro de costes, de seguridad, versatilidad, innovación, habitabilidad y eficiencia, la construcción industrializada permite abrir nuevos campos que podrán contribuir al desarrollo de nuevos ecosistemas auxiliares que refuercen el protagonismo del territorio y, con ello, repercutan en aspectos como la competitividad del propio sector.