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tribuna invitada / OPINIÓN

Innovación cerámica: unos pasos más allá

26/07/2021 - 

 En el entorno científico es imprescindible seguir con rigor los métodos, los tiempos, la observación, la medición y la descripción y anotación de comportamientos, fluctuaciones, y comparativas, a fin de obtener los resultados sobre los que se indaga.

En muchas ocasiones se requieren años para llegar a materializar lo que fue una idea, en un desarrollo innovador y de ahí, implantarlo en la industria, en los mercados y entre los usuarios. La mayoría de las veces, se requiere un equipo multidisciplinar, como en el caso del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE).

En un entorno de volatilidad e incertidumbre como en el que nos encontramos a escala global, y teniendo muchos frentes abiertos, es fundamental para la investigación científica contar con el apoyo de los fondos públicos de financiación, ya que son esenciales para ayudar a acelerar los procesos de innovación y la implantación en los mercados.

Las empresas son las que innovan (i) pero los organismos de investigación tienen el objetivo de desarrollar conocimiento, a través de la investigación y el desarrollo (I+D) para transferirlo a las empresas. En ocasiones, la investigación tiene un alto componente de riesgo, mayor cuanto más disruptiva es y ahí es donde juegan un papel importante los fondos públicos, financiando estos primeros estadios de la investigación que no siempre las empresas están dispuestas a costear.    

Pero la verdadera asignatura pendiente del proceso innovador es la transferencia del conocimiento a las empresas. Ahí los centros tecnológicos tenemos ventaja con respecto a otros organismos públicos de investigación, porque estamos pegados a las empresas y conocemos bien sus retos y necesidades. Les ayudamos a resolver con inmediatez ciertas problemáticas cotidianas que deben agilizarse al máximo, y por otro, investigamos junto a las compañías aportando nuestras infraestructuras, conocimiento, personal experto y gestión, para unir fuerzas y establecer alianzas que generen innovación a fin de ir unos pasos más allá.

En nuestro Instituto mantenemos vivos anualmente alrededor de 100 proyectos de I+D+i; sin los fondos públicos no habría sido posible desarrollar proyectos de la envergadura de CEBRA+, orientado a la implantación de la industria 4.0 en toda la cadena de valor del negocio cerámico (equipamiento-proceso-cliente). Lograr la digitalización y la conexión de todos los equipos y máquinas que intervienen en las diferentes etapas del proceso de fabricación cerámico es un reto imprescindible; pero es también muy importante estar atento a los mercados, a través de la tienda digital, logrando la “conversación con los usuarios” mediante Big Data, IA, IoT, modelización y simulación.

El desafío medioambiental nos ha motivado desde siempre, desde que nacimos, hace más de 50 años. Podemos crecer como industria e impactar lo mínimo sobre el entorno y la naturaleza. En este sentido, cabe decir que entorno al 40% de proyectos de I+D+i que se llevan a cabo en ITC-AICE se vinculan a un crecimiento sostenible, implicándonos tanto nosotros como las empresas, hacia un desarrollo de producto de alta calidad, muy enfocado al cliente final, alineado con los principios de la Economía Circular como en los proyectos Place, Symbinet, Circular Start, Hipocarbònic, Energétic, Circular Carbon, solo por nombrar algunos.

El desarrollo de nuevos materiales, con propiedades mejoradas, o tintas cerámicas decorativas con funcionalidades; la cerámica bactericida, la aplicación cerámica en arquitectura, urbanismo, interiorismo, enfocada a la resiliencia climática en las ciudades, en los hogares, en los espacios públicos, la seguridad y salud laboral en los entornos de trabajo que garanticen la estabilidad y la calidad de los puestos de trabajo son también parte de nuestra investigación estratégica.

Nos queda por delante un camino que nos apasiona, porque nos gusta investigar, descubrir y transferir, aunque más allá de que nos guste, estos son los principios que mueven el mundo.

El autor del presente artículo es director de la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas (AICE)

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