CASTELLÓ. Kartogroup España, el gigante papelero asentado en Burriana, no cesa de crecer. De hecho, el año pasado alcanzó una facturación de prácticamente 83 millones de euros, lo que supone un salto del 14% respecto al ejercicio anterior. Este aumento lo logró gracias a las inversiones que llevó a cabo con el objetivo de incrementar la producción y que comprendieron una central de cogeneración y una nueva línea de manipulado, actuaciones que han continuado en este 2019, cuando ha finalizado algunas de las obras.
Con ello, tanto el canal doméstico de la gran distribución, como el de tisú industrial crecieron durante 2018, señala la compañía en las cuentas recientemente depositadas en el Registro Mercantil de Castellón.
Entre la gran distribución, la firma integrada en el grupo catalán Cominter destaca la confianza de la cadena alemana de supermercados Lidl, que se confirma como su principal cliente a través de sus filiales de España, Portugal y Francia. Y es que la firma tiene su nicho de negocio principal en España, donde destina casi el 70% de su producto. Prácticamente todo el resto lo vende en la Unión Europea, con una facturación muy reducida en África y de medio millón de euros en América, un mercado que trata de abrir, como lo demuestra el hecho de que haya multiplicado por 12 sus ventas allí en solo un ejercicio.
A pesar de estos datos positivos, el incremento de los precios de la celulosa, la materia prima con la que trabaja en su planta de Burriana. mucha de la cual llega desde la planta del País Vasco, han lastrado los resultados de la firma, que ha pasado de ganar 1,4 millones de euros en 2017 a perder 803.777 euros en el pasado 2018.
Eso sí, las cifras reafirman la condición de Kartogroup como elemento clave en Cominter Inversions, donde también se integra la otra planta de producción de Hernani. Y es que la factoría burrianense facturó el año pasado prácticamente el 90% del grupo, cuyas ventas ascendieron a 94 millones de euros. Además, la sociedad de la Plana Baixa presenta unos resultados mucho mejores, ya que en su conjunto el grupo presidido por Xavier Riba registró unas pérdidas de 3,2 millones.
Para este 2019 y a raíz del descenso del precio de la celulosa, iniciado a finales de 2018, los gestores preveían en el momento de formulación de las cuentas que este año se recuperasen "completamente los márgenes y por ende los resultados de la empresa".
Las pérdidas de Kartogroup durante el año pasado, que se dieron tanto en el resultado de explotación como en el financiero, no han frenado las inversiones de la compañía, que tramita la adaptación de parte de su planta al Plan General de Burriana después de que la Generalitat así se lo instase.
Y ello a pesar de que la firma elevó su pasivo corriente hasta los 31,9 millones de euros el año pasado (frente a los 27,4 de doce meses antes) y prácticamente duplicó el corriente, al pasar de 8 a 14,9. Todo ello motivó hasta cinco operaciones de refinanciación con diferentes entidades bancarias e incluso un contrato para la venta y posterior arrendamiento de maquinaria hasta entonces propiedad de Kartogroup.
En el proceso de refinanciación, el principal acreedor, ING, y las entidades del préstamo sindicado suscrito el año pasado incluyeron diferentes ratios a cumplir. Tras el incumplimiento al cerrar 2018, los dirigentes de Kartogroup lograron la modificación de los criterios previstos para el primer semestre de este 2019. En los últimos meses han suscrito además dos préstamos hipotecarios con el Ministerio de Industria por valor de casi 3,7 millones de euros.
Entre las buenas noticias, la compañía aumentó plantilla el ejercicio pasado y a 31 de diciembre de 2018 superaba ligeramente los 200 trabajadores.