CASTELLÓ. El procedimiento administrativo para revertir el doble topónimo Castellón de la Plana/Castelló de la Plana va a velocidad de crucero. La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) trabaja desde hace semanas en la redacción del informe clave, como así confirman fuentes de la institución lingüística, después de haber recibido la petición de la dirección general de la Administración Local, dependiente de Presidencia.
Las mismas fuentes explican a este diario que la Secció d'Onomàstica, compuesta por un presidente, una secretaria y cuatro vocales, elabora en la actualidad el expediente con distinta documentación para elevarlo al pleno de la AVL en próximas fechas. Aunque no existe una previsión de cuándo podría someterse el informe a votación, el hecho de que ya se aborde la solicitud realizada por el Ayuntamiento de la capital de la Plana implica que antes de finalizar el año habrá novedades importantes.
El decreto 69/2017, de 2 de junio, del Consell, de regulación de los criterios y procedimiento para el cambio de denominación de los municipios y otras entidades locales de la Comunitat Valenciana, establece que, desde la entrada de la diligencia, la AVL dispone de un plazo de dos meses para emitir su valoración. En función de la entrada por registro de la instancia, ese intervalo podría concluir en octubre o en noviembre.
Cabe recordar que el equipo de gobierno, compuesto por el PP y Vox, aprobó el expediente para recuperar la doble denominación de la ciudad a finales de julio. Para evitar retrasos con la tramitación, la solicitud se remitió días después a la citada dirección general de la Administración Local que, a su vez, trasladó el dossier a la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
El dictamen de la AVL resulta esencial en la tramitación, ya que si avala la reversión el resto de etapas hasta aprobarse la petición avanzarán de manera más ágil. Por el contrario, un informe desfavorable de la institución lingüística dilataría los tiempos al tener que presentarse que presentar alegaciones por parte del Ayuntamiento.
En paralelo, la Generalitat está a la espera de que el Ministerio responsable del Registro de Entidades Locales se pronuncie sobre la existencia de inscripción de una denominación idéntica al cambio propuesto o que, en su caso, pueda producir confusiones en la organización de los servicios públicos. Este documento también tiene su importancia, aunque no tanta como el de la AVL, que el 1 de febrero de 2019 acordó por unanimidad de sus miembros el topónimo en valenciano Castelló de la Plana como forma única oficial.
El informe de la Secció d'Onomàstica fundamentó el estudio en cuatro aspectos básicos: la etimología, la documentación histórica, la legislación vigente y los criterios de fijación de la toponimia valenciana recogidos en los manuales especializados. A modo de conclusión, justificó el cambio por la adaptación a la forma "histórica y tradicional", al mismo tiempo que señaló que la Generalitat "da prioridad a la forma endónimo del topónimo con el objetivo de salvaguardar la toponimia tradicional como elemento del patrimonio cultural del pueblo valenciano".