CASTELLÓ. La compañía castellonense de alquiler de vehículos Record Go se reestructura y lo hace después de obtener unos beneficios históricos en 2021. En concreto, sus administradores han decidido disolver la sociedad Go de alquiler, que hasta ahora funcionaba como matriz del grupo. Así, a partir de ahora Record Go Alquiler Vacacional, la empresa que engloba la mayor parte del negocio, gestionará el patrimonio y la actividad de la primera, según acordaron las juntas de ambas firmas el pasado 30 de junio y acaba de publicar el Boletín Oficial del Registro Mercantil.
La disolución pone fin a una compañía que nació en mayo de 2005 como escisión de Record Rent a Car, la firma que dio origen al grupo y que, tras un crecimiento espectacular desde los años 80 a la década del 2000, fue comprada por el gigante mundial del alquiler de vehículos Northgate.
De esta manera, la principal sociedad pasa a actuar como matriz de un grupo del que también forman parte una firma francesa que vende vehículos previamente alquilados en España (Lovvo France); una agrupación de interés económico canaria para la producción audiovisual y que no tiene actividad desde hace años (F&F VI Productions AIE), otra de alquileres náuticos (Naviera Inca AIE) radicada en Madrid y en la que Record Go entró hace un tiempo y otras firmas como Today Rent o Fleet Mechanics. No en vano, la diversificación de negocio y la búsqueda de la máxima rentabilidad vienen marcando la actuación de los dirigentes de Record Go desde tiempo atrás, por ejemplo a través de dos sicavs.
De hecho, en el informe de gestión que acompaña a las últimas cuentas depositadas por Record Go Alquiler Vacacional recoge cómo, aunque la principal actividad de la sociedad es el arrendamiento de vehículos sin opción de compra, esta también se dedica a "la compraventa, importación, exportación, alquiler, lavado, engrase y conservación de toda clase de vehículos a motor, vela y maquinaria agrícola, así como la autoescuela de conductores y transporte
de viajeros y mercancías".
Eso sí, la gran mayoría de los ingresos provienen del alquiler de vehículos sin conductor, buena parte de ellos en los aeropuertos españoles, donde el grupo mantiene un crecimiento constante. Esta actividad, tras la debacle de 2020 debido a la pandemia (provocó una caída de los ingresos brutal, al pasar de 107,7 millones en 2019 a 73,7 en 2020), mejoró de forma sensible el año pasado. En concreto, la facturación de Record Go aumentó un 13% hasta alcanzar los 83,3 millones de euros.
Pero lo más significativo fue la evolución de las ganancias. Así, mientras en el año de las restricciones por la covid-19 la compañía castellonense perdió 6,5 millones de euros, el ejercicio pasado los beneficios alcanzaron los 14,2 millones, una cifra que más que duplica la de los años previos a la pandemia sanitaria. De esta manera, en un solo ejercicio los dirigentes de Record Go lograron compensar las pérdidas de 2020 y destinar más de 7 millones a reservas.
Estas ganancias se debieron, fundamentalmente, a la caída de los gastos de aprovisionamiento, que pasaron de 50 millones a 22, mientras los de servicios externos aumentaron de 18 a 27 millones. Los de personal se mantuvieron estables en torno a los 7 millones de euros.
En esta situación, la empresa destaca su fortaleza para continuar creciendo y tratar de alcanzar la facturación previa a la pandemia, con su techo en los más de 107 millones de 2019.
De cara al futuro, la firma también está pendiente del fallo del Tribunal Supremo sobre su recurso a la sanción que le impuso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en julio de 2013 por "posibles prácticas anticompetitivas en el mercado de alquiler de vehículos sin conductor", según recoge su propio informe. Aunque la Audiencia Nacional desestimó el recurso anulatorio de Record Go, instó a la CNMC a recalcular el importe y esta lo bajó de 4,9 millones a 3,2, un hecho que a su vez recurrió la firma ante el Supremo y que está pendiente de resolución.