La cerámica pierde un 40% del empleo más joven en un año y complica el relevo generacional

11/10/2023 - 

CASTELLÓ. La crisis de suministros seguida de una crisis energética y que se ha traducido ahora en una crisis de demanda en el sector azulejero no podía tener otro impacto laboral: la pérdida del 13,1% del empleo en la fabricación de baldosas y revestimientos cerámicos. Una tendencia que no por esperada deja de ser preocupante y que tiene especial incidencia en las franjas más jóvenes de las plantillas, donde la pérdida de ocupación alcanza casi el 40%.

Son datos del último informe de la consultora Randstad sobre el sector de Cerámica y Vidrio, que aglutina registros coyunturales de fuentes oficiales, y que refleja cómo en tan solo doce meses, entre junio de 2022 y junio de 2023, la cerámica -sector con especial implantación en la provincia de Castellón- pasó de tener 42.691 empleados a 37.093. Una merma de casi 5.600 personas que es todavía más abultada si se compara con el punto más alto del empleo azulejero, en junio de 2021, en cuyo caso la pérdida supera los 7.000 puestos de trabajo.

"La ocupación de cerámica sufrió importantes pérdidas en 2022 a raíz de la crisis energética", explica el informe, según el cual el empleo azulejero ha ido perdiendo peso en el seno de la industria manufacturera. Llegó a representar el 1,8% del empleo manufacturero en 2021 pero dos años después se ha dejado tres décimas.

La caída expuesta sigue la misma línea que los datos recogidos por la patronal cerámica Ascer, según los cuales en el mismo período se perdieron 1.317 afiliados a la Seguridad Social en el sector azulejero de la provincia de Castellón. Un dato dramático si se tiene en cuenta que el clúster cerámico emplea a uno de cada tres trabajadores de Castellón y que el año pasado dab trabajo a más de 70.000 personas en total, tanto en empleo directo, indirecto o inducido, según un estudio elaborado por la consultora PwC.

El relevo generacional

El dato más dramático del estudio de Randstad que deja la crisis del sector lo registra la franja de edad más joven, de entre los 18 y los 24 años, que se deja por el camino el 40% del empleo, pasando de los 1.600 puestos al cierre del segundo trimestre del año pasado a los 961 tan solo doce meses después. Una merma que se suma a otras registradas años anteriores de hasta el 27% en 2021. Esto ha hecho que el peso de los más jóvenes en la plantilla sectorial se haya reducido progresivamente. Si hace cuatro años suponían el 4% de la plantilla, ahora apenas llegan al 2,9%.

Los datos de la siguiente franja, de entre 25 y 34 años, 'salvarían' la situación con una crecida anual hasta junio de 2023 del 3,4% hasta los 6.509 trabajadores. Si bien esto no compensaría, de lejos, el empleo perdido en las franjas entre los 32 y los 44, y entre los 45 y los 54, cuya caída es del 14,3% y el 27,4%. Actualmente, son más de 20.100 los empleados en esas dos franjas.

Teniendo en cuenta que el problema también afecta al subsector del vidrio, donde están incluidas las fritas, la consultora subraya que el empleo de estas ramas "afronta un reto de reemplazo generacional", dado que cerca el 60% de los empleados se localiza en los segmentos de edad comprendidos desde los 45 años en adelante, mientras que apenas el 3% del sector se encuentra en el tramo de edad más joven.

En palabras de Valentín Bote, director Randstad Research, “en términos generales el empleo en el sector de cerámica y vidrio muestra una notable desaceleración en términos de ocupación y actividad empresarial", pero pone el foco "en diversos desafíos" como "el reemplazo generacional, con una baja ocupación por parte del talento joven y alta concentración del tramo de más de 45 años".

Predominancia masculina y poca formación

En cuanto al nivel de estudios de los empleados de la cerámica, destaca que el 62% cuenta con estudios no profesionales, mientras que el 30% tiene estudios profesionales y apenas un 8% cuenta con estudios universitarios. Fotografía que ha ido cambiando con el tiempo, puesto que hace cuatro años eran el 17% los universitarios y el 55% los empleados con formación no profesional.

En cuanto al sexo, de las casi 37.100 personas que trabajan en el sector, cerca de 29.000 son hombres, lo que supone un mayor peso masculino en el sector (78%). Si bien es cierto que en el último año, la predominancia masculina ha ido a menos, con un crecimiento del empleo femenino del 35,6% frente a una merma del masculino del 21,1%.

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