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el empresario, que sonó como alcaldable, se toma un periodo de reflexión 

La dimisión de Fernando Sos obliga a Cs Castelló a reestructurar su junta para 'rearmarse' ante el 10N

5/10/2019 - 

CASTELLÓ. La junta local de la agrupación de Ciudadanos en Castelló se encuentra en proceso de 'rearme' con vistas al 10N tras la dimisión de uno de sus pesos pesados, Fernando Sos, quien ha decidido tomarse un periodo de reflexión para centrarse en otras facetas de su vida, como el món de la festa, por ejemplo.

La salida del conocido empresario castellonense, que mantendrá su vinculación con el partido en calidad de afiliado, se fraguó la semana pasada, aunque no ha sido hasta ahora cuando la dirección lo ha comunicado de manera más oficial a la militancia. Y lo ha hecho precisamente en este periodo ante la necesidad de cubrir cuanto antes la baja para evitar que los cambios organizativos internos afecten al normal desarrollo de la precampaña de las generales.

La junta, bajo la coordinación de Félix del Pozo y en sintonía con Sandra Julià, secretaria provincial y cabeza de lista al Congreso, tiene muy claro el perfil de la sustituta: una mujer bien posicionada en la sociedad castellonense y que conozca en profundidad el Ayuntamiento de Castelló.

El propósito estriba en incrementar la cuota femenina, teniendo en cuenta que la mayoría de miembros son hombres. Entre ellos, los concejales Alejandro Marín-Buck y Esteban Ventura y el diputado autonómico Eduardo del Pozo.

La marcha de Sos supone un serio contratiempo para la junta de Cs. Primero, por su capacidad de análisis para ofrecer un punto de vista más introspectivo. Segundo, por su amplio círculo de amistades, que garantizaba de alguna manera la presencia de la formación naranja en los diferentes sectores económicos, sociales, deportivos y culturales de la ciudad.

Ese bagaje le colocó, incluso, entre los futuribles para encabezar la candidatura de Ciudadanos al Ayuntamiento de Castelló. Su nombre sonó con fuerza durante varias semanas. Además de contar con el beneplácito de gran parte de la junta local, generaba consenso entre las distintas sensibilidades de la militancia.

Guerra interna

Sin embargo, la guerra abierta entre Valencia y Castelló, que implicó a diversos actores (Cristina Fernández, Toni Cantó o el citado Félix del Pozo), frenó cualquier aspiración del empresario. Valorando la posibilidad, que consultó con sus más allegados, él mismo se autodescartó ante el escenario que vislumbraba en el partido. Y no se equivocó con su predicción.

La irrupción de Jesús Merino, auspiciado por la dirección autonómica, desató una batalla. La junta local, en un desesperado intento por imponer su criterio, incumpliendo con ello los estatutos respecto a la designación de candidatos, reclamó el auxilio de la secretaria provincial, que vetó la lista amparada por la capital del Túria para impeler al equipo liderado por Marín-Buck.

Sos observó con estupor la contienda, que debilitó la imagen de Cs a escasos días de las elecciones municipales. Las consecuencias de aquel espectáculo se reflejaron posteriormente en las urnas. O, al menos, así lo han defendido muchos de los militantes desde entonces y hasta hoy.

Las expectativas y encuestas previas situaban a la formación naranja muy cerca del Partido Popular en número concejales. La caída del PP y el crecimiento de la formación de Albert Rivera así lo auguraban. Al final, solo se dio la primera premisa, ya Ciudadanos repitió con los cuatro ediles de la anterior legislatura.

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