La entrada de Blumaq reactiva Espai Vila-real, que servirá de complemento a la estación intermodal

21/06/2019 - 

CASTELLÓ. Espai Vila-real resucita y cambia de uso principal. La entrada de la compañía valldeuxense Blumaq, que se produjo tiempo atrás, y de otros socios, fundamentalmente algunos miembros del despacho de abogados Broseta, ha reactivado la empresa vila-realense, en la que mantienen un pequeño porcentaje accionarial los propietarios de Porcelanosa. El objetivo es retomar la urbanización de los terrenos, algo que se materializó años atrás en algo más de un 10%, pero para destinarlos, fundamentalmente, a un fin distinto del inicial, que era el comercial. 

Ahora los socios contemplan dedicar la mayor parte del millón de metros cuadrados de que se compone la zona anexa a la N-340 "al uso terciario, logístico", señalan fuentes implicadas en la reactivación. Esto liga a las mil maravillas con la actividad de Blumaq, que se dedica a la distribución de recambios por todo el mundo... y cuadra también con las intenciones del Ayuntamiento de Vila-real.

Y es que el alcalde de la localidad, José Benlloch, trató de que en la zona, entre la N-340 y las vías del ferrocarril València-Castelló, se instalase la estación intermodal y el nodo logístico vinculado a ella que finalmente ha ido a parar a las cercanías del puerto. Por eso, y por las buenas comunicaciones de esta zona, que mejorarán con la futura Ronda Suroeste de Vila-real, las fuentes del proyecto consideran que los terrenos ubicados frente a Porcelanosa pueden funcionar "como complemento" de la estación intermodal. 

Trámites para salir del concurso

Pero para ello todavía faltan varios años, señalan las fuentes implicadas. No en vano, aunque el Plan de Actuación Integrada está aprobado en su totalidad, la entrada en concurso de Espai Comercial Vila-real SL años atrás debido a la devaluación de los terrenos dificulta el reinicio de las obras. De esta manera, el papel del despacho de abogados Broseta (además de la entrada en el accionariado de algunos de sus socios), será el de encargarse de los trámites administrativos para reactivar la sociedad. 

Entre estos trámites se prevé que haya una modificación de las cuotas de urbanización, cuyos costes se cifraron en 2010 en 50 millones de euros. Pero esto no parece que vaya a ser un problema para sacar adelante el proyecto, habida cuenta de que la misma sociedad es la propietaria de la mayor parte de los terrenos. 

De esta manera, las intenciones del consistorio vila-realense y de los socios implicados en el proyecto vuelven a casar para impulsar uno de los proyectos inversores estrella del pasado reciente. 

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