CASTELLÓ. La Generalitat tramita tres declaraciones de interés comunitario para legalizar otras tantas empresas asentadas en terrenos no urbanizables de Benicarló ante la escasez de suelo industrial en la localidad.
Las tres mercantiles poseen una larga trayectoria empresarial en el municipio en el ámbito de la fabricación artesanal de malletas, la trituración de áridos y el transporte de mercancías por carretera, respectivamente. Todas ellas se asentaron en sus actuales emplazamientos a principios de siglo, cuando el planeamiento urbano de Benicarló no prohibía expresamente este tipo de construcciones en suelo no urbanizable.
En aquella época, el único suelo industrial consolidado en Benicarló estaba localizado en El Collet, lo que obligó a muchas empresas con ansias de crecer a ubicarse en terrenos del entorno de la antigua N-340 o, directamente, en suelo agrícola del término municipal.
De los procesos de legalización de industrias ahora en marcha, la operación más ambiciosa es la regularización de las instalaciones que posee la empresa Hormigones y Morteros Domingo cerca del Polígono Industrial El Collet. La mercantil fundada en 1979 se dedicó al triturado de áridos hasta que en 2002 amplió su actividad al hormigón con unas instalaciones de 5.080 metros cuadrados que engloban la planta de hormigón y las oficinas, en una parcela de 44.523 metros.
El Consell también tramita la regularización de las instalaciones de 7.403 metros cuadrados que posee desde 2006, en régimen de alquiler, la empresa de transportes Santos Campos en el Camino Fosa del Pastor, junto a la N-340. La veintena de empleados de la mercantil realizan en el actual recinto tareas de mantenimiento y estacionamiento de la flota de vehículos, formada por una treintena de camiones, remolques y furgonetas de reparto. Santos Campos efectúa servicios de transporte de mensajería y paquetería en la comarca del Baix Maestrat.
La última regularización en marcha afecta a Malletas Rico. La empresa pretende ampliar sus instalaciones de 21.936 metros cuadrados ubicadas en el Camí dels Frares, en plena zona agrícola de Benicarló, con una nave de 1.567 metros que se sumará a las dos ya existentes de 3.209 metros. El resto de la parcela seguirá con cultivos hortícolas y citrícolas. Los trabajos están cifrados en 137.110 euros, según el proyecto técnico, y consistirán en el cierre del actual cobertizo para usarlo como almacén.
En la actualidad, el consistorio de Benicarló intenta reactivar la primera fase del sector 11, Collet II, cuyas obras de urbanización fueron paralizadas en el año 2018 cuando faltaba por ejecutar las redes de energía eléctrica. El proyecto de urbanización ya ha sido modificado dos veces para salvar los dos problemas urbanísticos que complican el reinicio de las obras: el desvío de la canalización subterránea de media tensión a su paso por la variante de la N-340 y el traslado de las dos líneas eléctricas que cruzan la empresa IFF Benicarló.