CASTELLÓ. El sector de la maquinaria cerámica disfruta en estos momentos del auge inversor del sector azulejero. Tras cerrar el año pasado muy por encima de las previsiones que manejaba una vez conocido el impacto de la pandemia sanitaria, y tras arrancar el presente 2021 con grandes expectativas, el buen momento se confirma. "Los clientes nos están apretando, todo lo quieren para ayer", asegura el presidente de la patronal Asebec, Juan Vicente Bono.
De hecho, Bono concreta que el crecimiento del sector respecto al primer trimestre de 2020 (cuando también arrancó bien) está "entre el 15 y el 20%". Grandes cifras que se deben a la ola de inversiones que están acometiendo sus principales clientes: los fabricantes cerámicos. Así, Bono recuerda que grandes productores -lo están haciendo el grupo Pamesa, Bestile, Argenta o STN, por ejemplo- están "doblando la capacidad de producción de sus plantas".
En esta situación, y con la tranquilidad que aporta que los proyectos en marcha garantizan las inversiones "como mínimo hasta septiembre", señala el vicepresidente de Asebec, Pepe Miquel, el sector tiene confianza en cerrar 2021 como un gran año en que recuperar el crecimiento que venía experimentando hasta 2018, cuando alcanzó su máxima facturación, con 444 millones de euros.
Esto está teniendo ya repercusión en las plantillas de las empresas, que tras cerrar 2020 con su máximo histórico de 1.600 trabajadores, crecen en muchos casos a doble dígito en este año. Es el caso de Sigmadiamant, como señala su director general Rubén Gómez, vocal además de la junta directiva de Asebec. En Macer, apunta Miquel, también han incorporado a cinco empleados a una plantilla que ya supera los 150.
Pero a pesar de ello, todo no son alegrías en el sector de la maquinaria, que en una reunión con los medios ha alertado este miércoles de dificultades burocráticas que dan muchas veces al traste con los proyectos inversores.
Además, Bono advierte de que los fabricantes cerámicos están ajustando mucho los precios -"los ceramistas cada vez venden más barato", resalta- cuando a sus proveedores se les encarecen las materias primas. En el caso de la maquinaria, el acero ha aumentado de precio hasta un euro el kilo, frente a los 0,6 de antes de la pandemia, debido al cierre de las plantas. También los fabricantes de fritas y esmaltes sufren de este incremento de costes. Asimismo, el transporte marítimo también se ha encarecido por la falta de contenedores. Por todo ello el presidente de Asebec considera que en un futuro cercano el producto final, el azulejo, "se encarecerá", y esto puede repercutir en el funcionamiento de todo el clúster cerámico.