CASTELLÓ. El primer pleno telemático en la historia del Ayuntamiento de Castelló ha puesto de manifiesto la voluntad de los seis grupos municipales (PSPV, PP, Ciudadanos, Compromís, Podem-EUPV y Vox) por establecer alianzas que permitan consensuar medidas económicas y sociales para mitigar los efectos del coronavirus. A diferencia de otras sesiones, con discursos mucho más belicosos, especialmente por parte de la oposición, la necesidad de ir todos juntos frente al Covid-19 ha acaparado las intervenciones de los portavoces.
El ensayo virtual, con el pensamiento puesto en la cita ordinaria del día 30 (se debatirán hasta 12 mociones), se ha superado con notable. Problemas con los audios en los ordenadores del representante socialista, Rafa Simó, y del concejal de la formación de extrema derecha, Luciano Ferrer, han obligado a la alcaldesa, Amparo Marco, a utilizar el teléfono móvil como recurso para permitir el normal desarrollo de la convocatoria.
Precisamente el edil del PSPV ha resumido perfectamente en que se ha convertido la sesión virtual, en la que solo había posibilidad de polemizar en un punto: la aprobación de los siete Reconocimientos Extrajudiciales de Crédito (REC) por un importe de 2,8 millones de euros. "El habitual debate del REC ha mutado al debate del Covid-19", ha señalado.
Y no le ha faltado razón. La primera alocución de los regidores (cabía réplica) se ha centrado en la crisis sanitaria. Fernando Navarro (Podem), por ejemplo, ha defendido la necesidad de impulsar cambios "estructurales" y, en este sentido, ha instado a creer en la política "como un esfuerzo colectivo, democrático, como institución que tiene capacidad para proteger a la sociedad. Debemos ser ambiciosos desde las diferencias políticas para apostar por las mejores ideas".
Ignasi Garcia (Compromís) ha apelado a la unidad y fortaleza del consistorio para "construir un escudo social". Así, ha subrayado el rol que debe jugar el Ayuntamiento como "motor económico, con estrategias sostenibles pero sin caer en los errores pasados". En este contexto, ha tendido la mano a la oposición, y más concretamente al PP, al compartir algunas de las medidas planteadas en estos días, aunque también ha aclarado que su formación no se identifica "en las formas".
El portavoz de Cs, Alejandro Marín-Buck, ha insistido en esa idea de llegar a pactos de consenso. "La mano de Cs es leal pero exigente con el cumplimiento de los compromisos. Queremos participar pero no seremos cómplices del Fadrell en decisiones unilaterales", ha advertido.
Begoña Carrasco (PP), tras recordar las iniciativas que ha ido anunciando en semanas precedentes, ha señalado que "unidos saldremos adelante. Igual que les tiendo la mano, les pido que sean transparentes y que ejerzan el liderazgo. Juntos somos más fuertes y esperamos que se pongan a trabajar por bien de los castellonenses", ha reiterado.
Simó ha recogido el guante de la concejala popular y ha puntualizado que "si demostramos respeto entre nosotros y respetamos nuestras diferencias ideológicas, igual no defraudamos a la ciudadanía. No son tiempos de afán político. Cada uno debe mirarse al espejo y saber qué papel quiere jugar. Todos nos necesitamos e insisto en que hagamos un frente común unitario de emergencia para abrir un nuevo momento político. Es tiempo para la unidad".
El pleno extraordinario, que apenas ha durado 30 minutos, ha servido también para aprobar la modificación del proyecto del CEIP Mestre Canós, con un presupuesto de 3,8 millones de euros para construir un edificio nuevo.