Los agentes del GIP de la Policía Local, a las puertas del ayuntamiento. (Foto: ANTONIO PRADAS)CASTELLÓN. Las bocinas, los pitos y las proclamas de los policías locales que se han manifestado este jueves en la plaza del Mercadillo, junto al Ayuntamiento de Castellón, es lo único que podía escucharse en el salón consistorial mientras se celebraba el pleno municipal. El ruido, que impedía escuchar con claridad al portavoz socialista, Rafa Simó, en su comparecencia, ha obligado a suspender el pleno durante media hora.
El edil tomó la palabra sobre las 17.20 horas y apenas pudo pronunciar unas frases cuando se escucharon los primeros pitidos. La alcaldesa Amparo Marco ordenó a Simó esperar hasta que que cesaran los ruidos, que interrumpieron las dos comparecencias iniciales del socialista hasta en siete ocasiones. Finalmente, la primera edil detuvo el pleno y convocó a la junta de portavoces para decidir si suspendían la sesión.
La alcaldesa, el vicealcalde, Ignasi Garcia, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Omar Braina, acabaron bajando a hablar con los policías locales que estaban manifestándose en la plaza contigua al edificio consistorial. Los agentes accedieron a abandonar la movilización para permitir que el pleno continuara con normalidad y la sesión pudo retomarse a las 18.10 horas.
La protesta había sido convocada por el Grupo de Intervención de Proximidad (GIP) para reivindicar la equiparación salarial respecto a otros departamentos de la Policía Local con turnos y condiciones laborales similares. La mejora en el salario supondría unos 250 euros más al mes por agente -unos 150.000 euros más al año, según cálculos de los sindicatos-. El Ayuntamiento, la Jefatura de la policía y los representantes de los trabajadores están negociando las condiciones desde el pasado mes de octubre.
