CASTELLÓ. La reforma de la avenida de Lidón estará concluida este mismo año. Esta es la previsión que maneja el Ayuntamiento de Castelló, que este jueves aprobó en la junta de gobierno local el proyecto definitivo para reordenar esta arteria de la ciudad, en la que el peatón ganará espacio para reducir el tránsito rodado a la mínima expresión, con zonas prácticamente peatonales.
El portavoz municipal y concejal de Urbanismo, José Luis López, detalla que, tras la aprobación del proyecto, la Unión Temporal de Empresas formada por Becsa y Telecso debe presentar el plan de seguridad. Este es el único trámite que resta para el inicio de los trabajos, con lo que en el consistorio prevén que puedan arrancar "a finales de enero". Dado que el plazo de ejecución es de 11 meses, la conclusión apunta a final de este 2022. A la par, el equipo de gobierno "está preparando la adjudicación" de la dirección de las obras, que licitó en octubre, pero estas pueden arrancar sin que este último contrato haya entrado en vigor.
En cuanto al proyecto, a pesar de haberlo aprobado, de momento el Ayuntamiento no lo ha hecho público, a la espera de celebrar una "reunión informativa" la próxima semana con los vecinos para explicarles los detalles. Desde el PP califican como un "atropello" la aprobación del documento cuando la Asociación de vecinos Rafalafena lo ha llevado a los tribunales.
Así las cosas, la UTE ha dividido el proyecto en tres tramos, según su cercanía a la plaza María Agustina y a la basílica del Lledó. Será precisamente en este último, denominado 3, en el que comenzarán los trabajos, debido a que es allí donde son más sencillos. De este modo se espera que se puedan coordinar con la celebración de la Magdalena y de las fiestas en honor a la lledonera, en mayo.
Este tramo 3, que va desde la rotonda de la Ronda Oeste hasta la basílica, será peatonal, aunque se permitirá el acceso a residentes y de vehículos de emergencias y de servicios urbanos. Pero esto puede cambiar: "No obstante, durante la ejecución de la actuación, si se considera técnicamente necesario, podría haber modificaciones", señalan desde el consistorio.
Para la zona 2, colindante -de Tombatossals a la ronda de circunvalación-, se permite el tráfico a velocidad reducida en las dos direcciones y en este espacio se contempla la ubicación de un parking disuasorio que incluirá zonas verdes. Según lo que ha transmitido el consistorio, el aparcamiento es el mayor previsto y se ubica en la en la calle Calderón de la Barca que arranca en la rotonda sobre la ronda. Esta calle aumentará su capacidad de aparcamiento hasta "alrededor de 238 plazas".
En cuanto a la zona más cercana al centro, de Tombatossals a la plaza María Agustina, el proyecto prevé manzanas en donde el vehículo solo podrá circular en un sentido, el de salida de la ciudad. Asimismo, otras manzanas son totalmente peatonales. En esta zona "hay previstas bolsas de aparcamiento", informa el consistorio. Asimismo, "se permitirá el acceso al colegio Consolación en las horas punta, tanto a vehículos particulares como al transporte público", señala.
De esta manera, el proyecto prevé que toda la avenida sea zona prioritaria para el peatón e incluye un carril bici de 1,4 kilómetros a lo largo de todo el recorrido. Con ello se evita "que el tráfico sea continuo, de forma que no sea una vía rápida de entrada y salida de la ciudad", remarcan desde el consistorio.
Además, la actuación prevé zonas de descanso y juegos infantiles, como la que se ubicará en la rotonda de Tombatossals. Asimismo, el parque de Rafalafena se integrará totalmente en el entorno mediante la supresión del vallado que lo rodea. Se favorece así el mayor uso de este espacio "y se crea una imagen verde, sostenible y unificada del entorno", algo que además está en el ADN de la remodelación, que servirá para prácticamente duplicar la cantidad de árboles y la superficie vegetal de la avenida, que también se beneficiará de una reducción de emisiones que en algunos puntos alcanzará el 80% dada la reducción del tráfico.
Por todo ello, con la remodelación "emerge una nueva manera de compartir el espacio público -destaca la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco -que sitúa a Castelló en la vanguardia del urbanismo de calidad basado en criterios de sostenibilidad, avanzando así en un modelo de ciudad más sostenible, segura y saludable". La intención del equipo de gobierno es convertir la avenida Lidón en un espacio de encuentro y reducir la presión del tráfico rodado, "un gesto que ayuda al tejido comercial local y a crear barrio", puntualiza Marco.