CASTELLÓN. La decisión plenaria que ha tomado este jueves el Ayuntamiento de Castellón supone despojar de sus funciones a la vicealcaldesa, Ali Brancal, en aplicación del Código de Buen Gobierno, quedando como concejala rasa. Así pues, serán la alcaldesa, Amparo Marco, y la Junta de Gobierno las que ejecuten su cese, una medida para la que aún no hay un plazo establecido. Mientras se le da trámite, la edil de Compromís piensa seguir con su agenda.
"Naturalmente, pues no tengo faena ni nada", afirmaba en declaraciones a los medios de comunicación tras el pleno, dejando claro que no está en sus planes dimitir antes de que se haga efectivo el cese. La vicealcaldesa ha querido también agradecer el soporte de Ignasi Garcia y las intervenciones de Castelló en Moviment (CSeM) durante la sesión plenaria.
"Voy a seguir trabajando como hasta ahora, venimos de muy lejos y llegaremos mucho más lejos, seguiremos trabajando sin problema y espero que esto no afecte a la gobernabilidad de la ciudad. Por nuestra parte no será", afirmaba la edil.
Fuentes municipales han precisado que, de momento, se desconocen los plazos administrativos para ejecutar la decisión tomada en el pleno, pues es la primera vez que se aplica el Código de Buen Gobierno. No obstante, se consultará a los servicios jurídicos y se procederá según su criterio, han aclarado.
Por otra parte, la posibilidad de que Compromís decida recurrir por vía judicial el cese podría bloquear provisionalmente la ejecución del acuerdo plenario. Si se pide al juzgado la adopción de medidas cautelarísimas por vulneración de derechos fundamentales, se podrían paralizar los plazos.