ALICANTE. La empresa alicantina de resonancias magnéticas Inscanner recuperó durante 2021 el volumen de negocio perdido durante la pandemia, pero sin embargo volvió a incurrir en pérdidas después de impuestos, cuando durante la pandemia había logrado arrojar beneficios. La razón, tal como explica el informe de gestión adjunto a las cuentas individuales de la sociedad consultadas por Alicante Plaza, es la disputa con su socio en la UTE Erescanner Salud, que presta el servicio de resonancias magnéticas en casi todos los hospitales públicos valencianos.
Durante 2021 se resolvió en el tribunal de arbitraje el conflicto entre Inscanner y su socio (mayoritario) en la UTE, Eresa, por el reparto de la caja en base a las zonas geográficas de actuación de cada una, una vez que el contrato se prorrogó a su vencimiento en 2018. Aunque Inscanner confiaba en recuperar la cantidad de 3,6 millones de euros retenida por Eresa en 2019, finalmente Arbitraje ha fallado a favor del socio mayoritario, por lo que la sociedad alicantina ha tenido que provisionar dicha cantidad y llevarla a pérdidas, según el informe.
Fuera del conflicto con Eresa, sobreseído además en la vía penal, la firma alicantina de resonancias elevó su cifra de negocio un 17% durante 2021, para recuperar prácticamente el terreno perdido en 2020 por la pandemia. Inscanner facturó 13,7 millones de euros (11,7 millones un año antes), gracias sobre todo a su participación en la citada UTE, que siguió encargándose de las resonancias públicas hasta el 15 de diciembre de ese año, pero pese a todo terminó incurriendo en pérdidas. Concretamente, cerca de dos millones de euros antes de impuestos y 1,5 millones de euros netos.
En el informe de gestión adjunto a las cuentas, los administradores de la sociedad destacan que, debido a la finalización del concierto de resonancias con la Conselleria, "se espera que la cifra de negocios de la sociedad disminuya, ya que su actividad quedará limitada a las actividades residuales de la UTE", es decir, las pruebas que quedaron pendientes, y "prestaciones de servicios a empresas privadas y particulares a través de sus dos máquinas de resonancia".
A pesar de esta circunstancia, Inscanner espera obtener beneficios en los próximos ejercicios "una vez se hayan ajustados los coste estructura al volumen propio del negocio". En este sentido, la memoria también recoge como 'hechos posteriores' la preparación de un ERE durante 2022 para el personal adscrito al servicio de resonancias concertadas, asumido desde ese momento directamente por Sanidad. En todo caso, el informe también avanza que Inscanner "está a la espera de que salga una ampliación del concierto de Conselleria para poder presentarse y recuperar parte de la actividad concertada".