VALÈNCIA. El 2022 será otro año perdido para la realización de la auditoría externa sobre la eficiencia del gasto sanitario de la Generalitat Valenciana. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) continúa sin poder ponerla en marcha tres años después de recibir el encargo formal por parte del Consell porque en todo ese tiempo la Conselleria de Sanidad no le ha concretado qué áreas quiere que formen parte de ese examen encaminado a evaluar y mejorar las políticas de gasto públicas.
La entidad que preside Cristina Herrero presentó este miércoles su plan de actuaciones de 2022 y, por tercer año consecutivo, la evaluación del gasto sanitario valenciano sigue estando en "preparación". Así lleva dos años porque esta entidad independiente ya reflejó el encargo del Gobierno valenciano en su hoja de ruta de 2020 y en la de 2021 sin que se haya podido llevar a cabo al estar de facto bloqueada por Sanidad.
El protocolo de la AIReF establece que, tras recibir y aceptar un encargo formal de este tipo por parte de un gobierno regional previo visto bueno de su consejo de gobierno, el siguiente paso antes de comenzar a trabajar es la concreción por parte de la administración de cuáles son las áreas que debe analizar ese spending review. Una vez acotado el informe del trabajo por parte de la administración, el ente fiscalizador elabora un plan de acción que debe ser validado de nuevo por el gobierno regional de turno para, ya entonces, someterse al escrutinio independiente de sus gastos con el objetivo de detectar posibles ineficiencias.
En ese punto es donde el encargo de la Generalitat se encuentra paralizado desde hace meses porque sin plan de acción la AIReF no puede comenzar a trabajar en ello y, a la vista de sus previsiones, tampoco prevé poder hacerlo en 2022.
La situación contrasta con los encargos recibidos desde otras CCAA para la evaluación de otras áreas de gasto que ya han sido realizados o están en ejecución. Por ejemplo, tanto Aragón como Extremadura ya han sometido a análisis sus gastos en farmacia mientras que la encargada por Baleares y Navarra será realizada este mismo año.
Preguntado al respecto, un portavoz de la Conselleria de Sanidad explicó a Valencia Plaza que ha habido contactos recientes entre la AIReF, la Conselleria de Hacienda y el departamento de Ana Barceló para cerrar las fechas de las reuniones en las que debe concretarse ese plan de acción. Las mismas fuentes no dieron plazos sobre cuándo puede quedar terminado ese plan sin el cual la AIReF no puede iniciar la auditoría.
En realidad nada ha cambiado desde que la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, explicó el pasado mes de septiembre en un coloquio celebrado en València que la macroauditoría del gasto sanitario aprobada por el Consell en enero de 2020 aún no había comenzado porque ni siquiera se disponía del plan de acción previo a la auditoría en sí.
"Requiere mucho estudio por nuestra parte porque es un encargo ambicioso y tenemos que compaginar hasta dónde quiere llegar la Generalitat con su evaluación y los plazos con los que cuenta la AIReF", detalló entonces Herrero.
El encargo original de la Conselleria de Sanidad y la Hacienda preveía un análisis integral del gasto del Sistema Valenciano de Salud sobre compras centralizadas, uso de la contabilidad analítica y cogobernanza entre los distintos departamentos de Salud.
La llegada de la pandemia obligó al Gobierno valenciano a dejar en suspenso esa encomienda por la excepcionalidad del Estado de Alarma y la emergencia sanitaria, además de por no añadir más presión sobre el tensionado sistema público de salud.
En diciembre de 2020, tras un encuentro de Vicent Soler y Ana Barceló con Cristina Herrero, se pactó reactivar el encargo para el análisis de los alrededor de 7.500 millones de euros que cada año gasta el sistema sanitario valenciano. Según explicó entonces el responsable de Hacienda. el objetivo era "asegurar que los principios de eficacia y eficiencia están garantizados, detectar los aspectos susceptibles de mejora y, por supuesto, prevenir la sostenibilidad del sistema de salud ante nuevas pandemias".
Según se anunció entonces, la auditoría se iba a centrar concretamente en la potenciación de la central de compras de fármacos y medicamentos, productos sanitarios, y productos ortoprotésicos; en Compra Pública Innovadora; y en los procesos de compras centralizadas de los distintos departamentos de salud. Se pretendía, además, la mejora del sistema de contabilidad analítica del gasto sanitario, así como el control en los procedimientos de pago.