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el ayuntamiento trabaja en el contrato de monitorización para licitarlo a finales de año

Las tascas seguirán como ZAS al menos hasta 2026: Castelló medirá los niveles de ruido en 2025

Foto: ANTONIO PRADAS
10/10/2024 - 

CASTELLÓ. Las tascas de Castelló continuarán como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) al menos hasta mediados de 2026. El Ayuntamiento ya tiene una hoja de ruta trazada para analizar la posibilidad de aliviar las medidas correctoras que permanecen vigentes en las calles Barracas e Isaac Peral (y su entorno) desde hace lustros. Esa estrategia pasa por licitar nuevas mediciones a finales de año y adjudicar el contrato a principios de 2025.

Así lo apuntan a este diario fuentes consultadas, que señalan que los técnicos trabajan en la redacción de unas bases con vistas impeler la monitorización. Al tratarse de un contrato mayor por el importe, el concurso deberá irremediablemente cumplir unos plazos respecto a la presentación de ofertas y la posterior baremación de los distintos sobres. De ahí que la previsión acerca de la resolución del expediente sea para el primer trimestre del próximo curso.

Los plazos de la licitación y la prestación

Ese horizonte de mediados de 2026, en realidad, estará sujeto a cómo transcurra tanto el concurso público como la prestación del servicio. En el primer caso, la idea estriba en publicar el contrato en la plataforma de Contratación en noviembre o diciembre. A partir de ese momento, habrá que contar varias semanas para que las empresas puedan formalizar sus propuestas. Después, la Mesa de Contratación tendrá que reunirse en distintas ocasiones para estudiar, primero, la documentación presentada y, a continuación, realizar la valoración con la suma de las plicas hasta elevar una propuesta de adjudicación. Eso llevará un mes mínimo.

Una vez esté resuelta la monitorización, la empresa concesionaria deberá colocar las estaciones (sonómetros) en los puntos escogidos de las tascas y efectuar las mediciones durante un periodo de 12 meses, como así establece la normativa autonómica. Finalizado este lapso temporal, la adjudicataria elaborará un informe con los resultados, que será clave para que el Ayuntamiento decida continuar adelante con el expediente de cese de la ZAS.

En el caso de hacerlo, la tramitación proseguirá su curso normal. Esto es, un plazo de presentación de alegaciones, otra para su resolución y la solicitud de informes a la Conselleria de Medio Ambiente. Si llegado a este punto, la supresión de la Zona Acústicamente Saturada es viable, tendrá que ser aprobada en última instancia por el pleno del Ayuntamiento.

Foto: ANTONIO PRADAS

El farragoso procedimiento administrativo

En efecto, se trata de un farragoso y largo camino administrativo que requerirá un plazo de al menos un año y medio, siempre en el mejor de los supuestos. Cualquier contratiempo dilatará la tramitación, con lo que habría que irse a finales de 2026 o incluso principios de 2027, año electoral.

El anterior equipo de gobierno, el denominado Acord de Fadrell, ya intentó cesar la ZAS en 2020 y finalmente desistió en 2023 tras surgir numerosas complicaciones. Primero, la interposición de alegaciones. Después, los informes desfavorables de la Conselleria pese a no tener esta competencias en el mapa acústico municipal. Por último, la petición de documentación de la Fiscalía a raíz de la interposición de una denuncia por un particular.

Las tascas se decretaron como Zona Acústicamente Saturada en 2008. Los elevados decibelios obligaron a cambiar la catalogación de Barracas de Isaac Peral. Además, se iniciaron diferentes Contencioso-administrativos, que derivaron en 2019 en la modificación de la ordenanza de convivencia para garantizar el consumo de alcohol en vía pública. Años después el Ayuntamiento trató sin éxito de flexibilizar las actuales restricciones.

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