CASTELLÓ. La valldeuxense Labacustic y la valenciana Acusttel se disputan el servicio de monitorización de las tascas de Castelló. Ambas presentan ofertas con rebajas sobre el presupuesto estimado del contrato que oscilan entre el 11%, de la primera, y el 15%, de la segunda. Esta, además, se compromete a incrementar en una unidad el número de estaciones de medición (seis en total) para evaluar la Zona Acústicamente Saturada (ZAS).
Las dos empresas ya saben lo que es realizar una prestación similar para el consistorio castellonense. Labacustic se encargó en marzo de este año de recoger resultados durante tres fines de semana en las calles Barracas e Isaac Peral y la plaza Santa Clara. Lo hizo ante la voluntad del actual equipo de gobierno (PP y Vox) de valorar un estudio más profundo de las tascas con vistas a cesar la ZAS.
Por su parte, Acústica y Telecomunicaciones (Acusttel) se trata de la mercantil que en 2020 y entre 2013 y 2015 efectuó dos mediciones completas de al menos un año. En un caso, para determinar mayor flexibilidad sobre las medidas correctoras. En el otro, a fin de dar cumplimiento a la normativa vigente.
En efecto, el anterior ejecutivo, el denominado Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EU), estudió hace cuatro años la posibilidad de suprimir la Zona Acústicamente Saturada de las tascas. La irrupción de la pandemia, con varios estados de alarma, alargó la monitorización durante alrededor de 24 meses. A pesar del contratiempo que supuso prolongar el análisis más de lo previsto (la normativa habla de 12 meses, aunque no continuados), los valores obtenidos avalaron la decisión del tripartito de iniciar el expediente para eliminar la ZAS.
Sin embargo, aquel procedimiento acabó en un intento fallido por los informes desfavorables de la Conselleria de Medio Ambiente y la intromisión de la Fiscalía Provincial. El Fadrell terminó desistiendo unos meses antes de las elecciones municipales de mayo de 2023.
Ahora, el bipartito impulsa un nuevo estudio acústico al objeto de valorar la posibilidad de modificar el marco legal de las tascas en 2026, esto es, una vez se tenga el documento con las conclusiones de la adjudicataria del servicio. Las mediciones, en realidad, se enmarcan dentro de una ambiciosa estrategia para proteger los negocios de Barracas. Al margen de salir de la ZAS, la finalidad radica en declarar las tascas como espacio de tradición gastronómica, una protección que incluso abriría la puerta a ampliar hasta las 23.30 horas la franja para consumir alcohol en la vía pública.
Tras haberse aceptado las ofertas presentadas por Labacustic y Acusttel, ahora la Mesa de Contratación comienza la baremación de los criterios económicos y técnicos a fin de elevar una propuesta de adjudicación. Con independencia de cuándo esté resuelta la licitación, el Ayuntamiento todavía deberá esperar un año para dilucidar si podrá incoar el correspondiente expediente de supresión de la Zona Acústicamente Saturada.