CASTELLÓ. El conflicto de las Tascas hace aflorar el sempiterno problema que viven algunos distritos de Castelló desde hace años: el exceso de ruido nocturno y los botellones en vísperas de días no laborables, en festivos y durante los fines de semana.
Como consecuencia de haber adquirido mayor actualidad el debate sobre el consumo de alcohol en las calles Barracas e Isaac Peral por el acatamiento de la sentencia del TSJCV, las quejas vecinales en zonas como Navarra y adyacentes, Santo Domingo, San Agustín o Grupo Reyes se han disparado en las últimas semanas.
Así lo ha constatado la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos (Coasveca), que ha solicitado una reunión urgente con la Policía Local para buscar alguna solución. Según explica el presidente de la plataforma, Francisco Cabañero, "el equipo de gobierno, a través de las juntas de distrito, es conocedor del tema, que genera mucha inseguridad entre los residentes, porque a veces hay discusiones que acaban en peleas".
En este sentido, la portavoz de la AAVV Raval Trinitat, Inma Roig, asegura que "la situación es insostenible en la calle Huerto de Mas. No entendemos cómo está prohibido beber en la vía pública y la gente está haciendo botellón hasta las cuatro de la madrugada jueves, viernes y sábados".
"El problema ya no es solo el escándalo que montan en la calle de madrugada. Muchos van borrachos y golpean indiscriminadamente contenedores y portales. Es una vergüenza lo que está ocurriendo en el centro de la ciudad. Ya no podemos más", recalca Roig.
La presidenta de la asociación explica que, entre las reclamaciones del vecindario y las denuncias presentadas por el propio colectivo, "en el Ayuntamiento cuentan con más de 15 escritos sobre las molestias nocturnas. No entendemos cómo no se hace nada, cuando en las Tascas sí que se está actuando y a las diez y media de la noche ya no se permite beber", lamenta.
Cabañero confiesa que cada vez son más las AAVV que trasladan a Coasveca su preocupación por este asunto. "Es verdad que las quejas se dan en el centro, pero también han aumentado en otras zonas de la ciudad, sobre todo en los distritos de la periferia".
Lo que dice la ordenanza
La ordenanza de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Castelló, en el nuevo artículo 26, modificado por el fallo judicial, subraya que "queda prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública", independientemente de la hora del día. Otra cosa bien distinta es lo que señala la normativa respecto a los establecimientos con terrazas y veladores, a los que la limitación solo les afecta en horario considerado de descanso.
Sin embargo, desde Coasveca se alerta que muchos de los puntos conflictivos de la ciudad por botellones se ubican en calles estrechas donde los locales no disponen de autorización para mesas y sillas. La presidenta de Raval Trinitat aclara que "lo que hace la gente es salir con sus vasos de alcohol y se queda en la calle. Como los pubs cierran tarde, el griterío aumenta conforme pasan las horas hasta las siete de la mañana. Algunos vecinos dicen que resulta imposible dormir".
La problemática sobre el exceso de decibelios en aquellos puntos de la ciudad con negocios de ocio se arrastra desde hace más de 20 años. Por ejemplo, en la calle Lagasca y alrededores, hasta su declaración como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en 2013, siete de cada 10 reclamaciones vecinales estaban relacionadas con el ruido.
Precisamente de las reivindicaciones de los residentes y su batalla legal contra el consistorio nació Castelló Sense Soroll, la plataforma que inició el contencioso sobre las Tascas en 2008.