opinión

Las criptomonedas no son el activo refugio que se decía con rotundidad

Si vemos una corrección en los índices americanos como el Nasdaq o el S&P 500 del 4% o 5%, esa corrección se ve multiplicada en el caso del bitcoin

28/02/2022 - 

MADRID. Los mercados vuelven a encontrarse ante una situación donde los fundamentales vuelven a ser irrelevantes. Lo que durante las jornadas de las últimas dos semanas han ido descontando los inversores, con una alta probabilidad, finalmente se ha materializado, el conflicto diplomático ha pasado a ser el inicio de una guerra, en la madrugada del miércoles al jueves.

Parte del origen del conflicto, que proviene entre un pacto entre los países de la OTAN y Rusia para que la primera no se expanda más hacia el Este, choca frontalmente con el texto constitucional de independencia de Ucrania de la URSS que indica la intención del país de ser miembro de la organización del Atlántico Norte.

En los mercado prevalece un sentimiento de escasez, de preocupación y de miedo hacia los capitales que los inversores tienen depositados. En un mundo donde nadie espera que este conflicto escale a niveles irrevocables, los índices mundiales caen incluso a doble dígito. También hay un parón en los contratos de futuro del trigo y del maíz que impiden a los inversores aprovecharse de las oportunidades que este escenario ofrece en los mercados financieros.

El oro recupera el interés de carácter refugio que los inversores habían abandonado durante estos últimos dos años, que incluso en algunos casos habían proyectado en el nuevo activo de negociación que es el bitcoin junto con el resto de criptomonedas. Sin embargo, lo que han demostrado en estas últimas jornadas es que las criptomonedas no son ni de lejos el activo refugio que se afirmaba con rotundidad, sino que además cuenta con un factor multiplicador de la deriva de los mercados financieros. Por lo tanto, si vemos una corrección en el índice tecnológico Nasdaq o en el S&P 500 estadounidenses del 4% o el 5%, esa corrección se ve multiplicada en el caso del bitcoin.

Las divisas vuelven a liderar el interés de los inversores más especuladores y aprecian con muchísimo interés monedas tradicionalmente de refugio como el dólar estadounidense, el franco suizo o el yen japonés. Incluso el euro se ha sumado a las alzas de los principales pares de divisas, mientras los mercados emergentes ven como su divisa cae con fuerza bien por políticas internas -como es en el caso de la lira turca-, o por el riesgo que supone estar expuesto en un país de estas características.

De una cosa podemos estar seguros y es que muy pocos van a ganar. Aquellos que aprovechen la coyuntura para tomar posiciones saben perfectamente qué hacer en este contexto. Sin embargo, en la economía real, todos perderán. Los conflictos armados, además del coste humano y económico que sufrirán los países implicados, también tienen repercusión negativa en la economía global. Todos los conflictos armados generan inflación. ¿Les suena? Ahora nos preguntamos qué harán los bancos centrales para luchar contra una creciente inflación, mientras el conflicto lastra las expectativas de crecimiento económico. ¿Volveremos a la casilla de salida?

Darío García es analista de XTB

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