CASTELLÓ. La planta de LM Wind Power en les Coves de Vinromà vive un buen momento. Al menos así se desprende del volumen de trabajo que alberga, que está en máximos históricos. De hecho, actualmente, y desde principios de año, trabajan en las instalaciones del interior castellonense "unas 750 personas", una cifra que hasta ahora nunca había alcanzado, reconoce su director general, José Luis Grau.
Hay varios motivos para este incremento de plantilla, que suele variar en función de los picos de producción pero que nunca había alcanzado un volumen como el actual. Y una de las principales razones estriba en la demanda de palas eólicas desde el país vecino.
EDF Renewables, una de las principales compañías mundiales del sector, presente en más de 20 países y con sede central en París, le ha encargado a la planta castellonense las aspas del primer parque eólico francés off shore. La experiencia del personal de les Coves, que ha trabajado ya para varios proyectos eólicos marinos, ha sido clave para hacerse con un contrato que incluye la construcción de 264 palas.
De hecho, desde principios de año la planta castellonense ya trabaja para abastecer al proyecto, que se ubicará frente a la localidad de Saint-Nazaire, en la costa atlántica francesa. De momento, ya han fabricado "el 60%" de las palas para sus 88 aerogeneradores, que con una capacidad unitaria de 6 megavatios, suman un total de 480. Con ello, el futuro parque eólico producirá el equivalente al 20% del consumo eléctrico de la provincia de Loira-Atlántico.
Todas estas palas salen de Castellón con dirección a la Bretaña francesa en barco desde el puerto de Castellón y conforman el grueso del quehacer diario de la planta de les Coves, junto al volumen dedicado al mercado interno. "Trabajo no falta", reconoce Grau, quien señala que en la vertiente negativa LM Wind Power también sufre, como el resto de la economía mundial, el alza de los costes.
"Estamos bien, pero también pendientes de las materias primas y del transporte, como los fletes, igual que el resto de la industria", apunta el director general de la factoría castellonense. Y las perspectivas marcan que el volumen de ingresos ha de continuar por los mismos derroteros. "El escenario de las renovables es positivo" en el mundo, pero sobre todo en España, afirma Grau, quien pide no obstante a la Administración que acelere las tramitaciones, "porque se demoran mucho y no es positivo para la cadena de suministro, después nos toca correr".
Y todo esto, ahora, con una doble responsabilidad. Desde principios de este 2021 Grau es además de director general de la planta de les Coves de Vinromà, el máximo responsable de la otra factoría de LM Wind Power en España, la de Ponferrada. Esto comporta "más presión, porque ahora hay que poner las dos plantas en captura y demanda de proyectos para tener trabajo durante los próximos años".
No es un reto cualquiera. La fábrica leonesa completó durante el pasado verano un expediente de regulación de empleo por el que 351 personas dejaron de trabajar para LM Wind Power. Pese a que se facilitó el traslado de una veintena de empleados hasta les Coves de Vinromà, finalmente solo respondieron a esta llamada "siete u ocho". Tras ello, la planta de El Bierzo cuenta con unos 700 operarios, un volumen similar a la castellonense, desde donde ahora se afronta también el futuro de estas familias leonesas.