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SIN COMPLEJOS / OPINIÓN

Lo mejor de nosotros mismos

Foto: Marian León
23/01/2023 - 

Acaba de terminar la Feria Internacional de Turismo (Fitur), un escaparate donde todo el mundo muestra lo mejor que tiene cada tierra. A cada cual lo suyo: las montañas, la historia, la naturaleza, la modernidad, el arte... El mundo junto y unido en dos pabellones en el recinto ferial de Madrid.

Como siempre, la Comunitat Valenciana ha destacado por nuestras virtudes, que no son pocas. Desde las playas de Oropesa a la Valencia interior pasando por las salinas de Torrevieja. Nuestro clima, nuestra cultura, nuestras fiestas y nuestra gastronomía. Podemos presumir con razón de ser una de las mejores tierras del mundo, como dicen en Alicante.

Ahora nos queda la segunda parte, nos lo tenemos que creer. La Comunitat Valenciana forma parte ineludible de la historia de España; nuestro potencial económico e industrial debería situarnos a la vanguardia del país. Y, sin embargo, desde hace tiempo siento que no lo sentimos así.

No somos capaces de ver lo que los demás sí que lo hacen. De lo contrario, Volkswagen no habría apostado por su nueva planta en Valencia, por ejemplo. El recibimiento que tuvo fue apoteósico cuando el Gobierno de Pedro Sánchez casi hecha la operación al traste.

Yo sí que lo hago. Por eso, no entiendo los complejos que la izquierda intenta echarnos encima. No hablo ya del desprecio con el que tratan al extranjero cuando éste viene en crucero y no en patera. Como mínimo, digo yo, todas las personas merecen respeto. Pero no, aquí no queremos turistas y, por eso, les ponemos tasas turísticas e impedimos que haya cada vez más alojamientos para que vengan cada vez más personas. Porque parece que molestan porque hay mucha gente por la calle y que tengamos que hacer cola en los restaurantes. Que, además tiene la ironía de que son quienes más se apropian de todo lo valenciano. ¡Qué egoístas!

 

Porque una cosa es proteger y otra quedárselo. Como Castilla-La Mancha hace con el Trasvase Tajo-Segura. Como el río pasa por mi tierra, pues yo me lo quedo. Cambian de tierra, pero el nacionalismo de la izquierda es innegable. Y, peor aún, incorregible.

Yo apuesto, sin embargo, por mostrar una mejor Comunitat Valenciana: abierta al mundo, que reciba a todos por igual. Que sea consciente de que es necesario mantener nuestro medio ambiente y prevenir incendio forestales que lo destruyan limpiando los montes, como ya hemos dicho aquí.

Que hay que defender nuestro medio de vida, mi Vega Baja llena de cultivos que quieren convertir en un desierto. Aquí espero que el presidente Ximo Puig ejerza como tal por lo menos unos meses y se plante en defensa de lo nuestro.

También nuestra cultura y, sin complejos como esta columna, también nuestras lenguas. Las dos. Porque parlem espanyol y hablamos valenciano. En condiciones de igualdad, nunca una por encima de la otra. Que esa es la riqueza, que tenemos el 'Tirant lo Blanc' y 'Cañas y barro', ambas dos obras maestras de la literatura. ¿Por qué tenemos que elegir?

La izquierda no nos quiere, no nos deja que nos expresemos como queramos, nos ganemos la vida como podamos y vivamos como nos dé la gana. Con el miedo que impregnan, nos retrotraemos, nos hacemos pequeño y nos envilecemos.

Es hora de que abramos las ventanas, que esa Comunitat Valenciana que hemos mostrado al mundo en Fitur se haga realidad aquí, no en Madrid. Que vivamos en verdadera libertad, que es la única manera de que demos lo mejor de nosotros mismos. Sonreíd, porque la esperanza está a la vuelta de la esquina. Si nos lo creemos, lo haremos.

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