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el interior de las cosas / OPINIÓN

Los años que vivimos peligrosamente

12/02/2024 - 

CASTELLÓ. No habitamos en las mismas corrientes meteorológicas que se han paseado por toda el país durante los últimos días. Ayer, con las primeras luces, el Parque Ribalta de Castelló amanecía con suaves temperaturas de este no invierno. A Pancho le gusta el frío, sigue recordando las ráfagas de aquellos vientos morellanos.

Ayer, mi perro paseó con la pereza a cuestas por todos los espacios del Ribalta, arrastrando su cuerpo viejito sobre los diferentes pavimentos y arena. Éramos dos seres disfrazados de normalidad, caminando lentamente sin rumbo, mirando un cielo extraño, sin ruido, tan solo algún pajarillo despistado, y con poca compañía canina. Los domingos, a las siete de la mañana la vida se compone de cuatro personas intentando despertarnos al nuevo día.

Durante un buen rato permanecimos sentados en uno de los bancos de cerámica del Parque Ribalta, observando el silencio, frente al coso taurino castellonense, y pensando en una de las últimas profecías de la presidenta autonómica madrileña. Desde que Barcelona cerró su plaza de toros se han ido sucediendo allí las desgracias, como está pasando con la sequía. Así dijo Ayuso, la nueva mesías de este reino.

La pasada semana ha vertido, como ya es habitual, un torrente de  esperpentos y barbaridades políticas e institucionales. Los gobiernos de la derecha con su ultraderecha han ido dejando nuevas acciones escandalosas, vergonzosas. Ahí están los insultos desde el gobierno de Castilla y León, en Valladolid, al mundo del cine, mientras se ha celebrado la gala de los Premios Goya, con una audiencia millonaria y una promoción vallisoletana sin precedentes.

Marc Chagall
Menos mal que el anterior alcalde, y hoy ministro, Óscar Puente, fue quien negoció este evento. Porque no se hubiera llevado a término, a pesar de que el PP disimule apoyando esta fiesta del cine. Pero su ultraderecha piensa diferente, no puede soportar que la cultura sea un patrimonio colectivo, un arte que une a la ciudadanía y, como bien dijo, Pedro Almodóvar, contestando a Vox en la gala de los Goya, repercute directamente en la buena salud ciudadana, en el bienestar y educación colectivas, además de generar miles de puestos de trabajo.

Por cierto, una de las mejores marcas de España es el cine, este arte nuestro que, según defendió Sigourney Weaver, muy merecido Goya Internacional, se basa en la crónica de nuestra historia, de nuestros días, de la vida y el sentir de las personas, de nuestros varios idiomas, defendiendo el coraje del mundo del cine de este país con un pasado impecable, creativo, excepcional. Weaver, además, habló de los retos de las mujeres en el cine, del poder de ser mujeres en cintas importantes, el poder de poder elegir y remarcar este poder.

Mientras hablaba Sigourney Weaver, sonaba en mi cabeza la magnífica banda sonora de Maurice Jarre, en El año que vivimos peligrosamente, aquella magistral película dirigida por Peter Weir. Yakarta, año 1965. La capital de Indonesia vive un vibrante levantamiento comunista, pero la tensión extrema transita entre la revolución y la dictadura militar, en medio de una pobreza insoportable, y con un periodismo emergente, censurado y amenazado de muerte. La película otorgó un muy merecido Óscar a Linda Hunt como actriz secundaria representando a un maravilloso Dune.

El cine es entretenimiento, cultiva la reflexión, imaginación y la fantasía, conecta con la vida y cultura de los pueblos, con la historia no contada de tantas realidades malditas que persiguen a los déspotas de este mundo, también de nuestro mundo particular. El cine nos muestra y recuerda la dignidad de los más vulnerables, se convierte en la imagen y la voz de tantos silencios.

Marcel Van Der Vlugt
Vivimos la noche del sábado toda la Gala soñada de los Premios Goya. Mi vecina Carmen se emocionó, como yo, con algunas pautas de la presentación por parte de Ana Belén junto a Javier Ambrossi y Javier Calvo. Nosotras, además de adorar a Ana Belén en todas sus versiones, nos hemos enamorado a tope de Los Javis. Ya vimos la estupenda Paquita Salas, pero La Mesías ha sido una de las series que más hemos disfrutado. Es magistral, muy bien interpretada, con excelente guión y con un desarrollo técnico que te quita el aliento.

Pero esta pasada semana, la máxima reacción que nos produjo sarpullido anímico, fue la celebración del primer pleno extraordinario del viernes para que el actual concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Castelló no dimitiera y explicara, a su manera, el porqué ha merecido más cien multas por estacionamiento indebido en zona azul.

La realidad superó a la ficción. Rotundamente. Nunca vimos tremenda babosada de un responsable de una institución pública contando su vida, usando a su familia, insistiendo en que él es un hijo, amigo y vecino ejemplar, entregado a su ciudad, etc, etc,…. Claro, mi vecina se preguntó: ¿Cómo alguien que dice ser tan honesto, correcto y perfecto vecino no se ha dado cuenta de que acumulaba cerca de doscientas multas?.  ¿Por qué empieza a abonarlas cuando el tema llega a un pleno hace un par de semanas?

Nosotras vivimos rodeadas de zona azul y, la verdad, la gente cumple con responsabilidad abonando por horas el permiso de estacionamiento. Además, suelen realizarse revisiones para vigilar a quien no abona y aparca. Por lo que es imposible que nadie se percate de que ha sido multado. Fue un sainete municipal.

Martha Rosler
Posteriormente, el gobierno de la derecha y su ultraderecha, convocaron otro pleno extraordinario para reprobar a la anterior alcaldesa sobre un tema de una escultura dedicada a la figura del Pregoner de las Fiestas de la Magdalena. Vaya, una cortina de humo, un tema que ya resolverán, pero no nubló las nulas explicaciones del concejal de Movilidad. Porque la ultraderecha de la derecha municipal, Vox, que no intervino en el primer pleno, dejó perlas maravillosas para la opinión pública y para la ciudadanía.

Tengo que añadir que mi querida vecina no puede ver al portavoz de la extrema derecha de la derecha municipal que siempre sube al estrado con una estática mueca de sonrisa tan cínica como maldita. Y están sus perlas en el segundo pleno, que, por cierto, como socio de gobierno dinamitó cualquier argumento de la derecha municipal. “Vox es el partido de la ley y el orden”, -No intervino en el primer Pleno-. “La mayor corrupción es dar un golpe de estado desde el estado, asaltando las instituciones, la televisión pública que ya hemos visto que se ha ido… y todo por el ego de Sánchez, qué es como el ego de la anterior alcaldesa”… En fin, el delirio y esperpento de quienes dicen gobernar Castelló y el resto del territorio autonómico sería un estupendo guión para una buena película.

Nos gusta el cine, y ayer saboreamos los resultados de la Gala de los Premios Goya. Para festejarlo, mi vecina cocinó un increíble Arrós de fesols i naps. Tremendo. Este plato me recuerda siempre a mi abuela Pepica que bordaba esta receta en nuestra casa de Gavarda, aquella que se llevó la Pantanà. Aquel guiso que crecía a fuego lento sobre la cocina económica, removiendo la leña, quitando y añadiendo los aros de hierro, siguiendo el viaje de los aromas y de aquella maravillosa ebullición.

Con esta receta se toca el cielo, lo mejor de la esfera celestial. Además de levitar con la costilla porcina, la presencia de oreja, papada, morcilla y otras delicias, los sabores de la verdura y legumbres son un festival. Carmen, mi vecina, revivió la grandeza del poderío de las mujeres en la Gala de los Goya, los mensajes solidarios contra los abusos y la violencia de género, reivindicativos por la mayor presencia de las mujeres en el cine y en todas las artes. Y nos emocionamos muchísimo por el apoyo al pueblo palestino, por el grito múltiple de exigir la paz en Gaza, por la población civil, por sus mujeres, por sus niñas y su niños.

Silvio Pellegrini
Terminamos de comer con dos copitas de absenta de Segarra, brindando por nuestra querida comadre Mabel Lozano, que mereció su segundo Goya por el documental AVA, un nuevo trabajo excepcional para seguir denunciando  la prostitución, esa esclavitud de este siglo que no cesa.

Buena semana, buena suerte.

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