CASTELLÓ. El incremento del precio del gas y de los derechos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) lastraron los beneficios de Azuliber en el último año con sus cuentas publicadas. En concreto, en 2018 el conglomerado con sede en l'Alcora vio como el coste del gas era un 29% más caro; y el del CO2 ni más ni menos que un 172%, según recogen las cuentas de la compañía de aquel año.
A pesar de ello, el grupo alcanzó unos beneficios de 7,6 millones de euros, menores, eso sí, en un 25% a los más de 10 millones de ganancias del año anterior. La facturación si creció ligeramente respecto al ejercicio precedente y alcanzó los 98,4 millones de euros en 2018.
Y es que el conglomerado aglutinaba aquel año a una decena de compañías y tenía participaciones en otras siete de las diferentes ramas que componen el cluster cerámico. Entre las sociedades, además de la azulejera llamada de la misma forma, Azuliber, destacan Azulejos Alcor 2, Keramic Ibérica (también fabricantes cerámicos), Serviker 1 (cogeneradora), Sociedad Minera de Materiales Cerámicos, Todarcilla (extractoras de arcilla) y Atomizadoras de Alcora.
Para reforzar su solvencia y diversificación, el grupo ha llevado a cabo diferentes operaciones. Así, en 2017 se hizo con un cuarto del capital del fabricante cerámico José Oset y Cía y en 2018 compró el 40% que le restaba de la sociedad Valentia Ceramics, el 23% de Atomizadora y el restante 77% de Unitiles a través de Serviker 1, detalla en su información registrada. Asimismo, aquel 2018 la sociedad dominante suscribió el 100% de Azuliber Cerámica.
Esto se ha visto completado este mismo año con la compra de Cerámicas Myr, que en su último año con cuentas depositadas alcanzó una facturación de 13,4 millones de euros. Con la compra de este otro fabricante azulejero de l'Alcora, el grupo dará este año así un impulso a su facturación, además de asegurarse un nuevo cliente para la tierra atomizada que produce.
Asimismo, con ello la histórica enseña nacida en 1972 refuerza su fuerza en la última pata del cluster, donde tiene una presencia vertical desde el mismo momento de la extracción de la materia prima hasta su cocción y venta, pasando por la producción de tierra atomizada y una participación del 20% en el fabricante de fritas y esmaltes Esmaldur.
El crecimiento del grupo en 2018 se debió así "tanto al aumento de arcillas como de azulejos", recogen las cuentas, "dando lugar a una mejora en casi todas las áreas de negocio". La única que no cumple esto es la producción de arcilla roja, a la baja en el sector cerámico castellonense. Así, los productos de pasta blanca crecieron un 6,5% gracias a "la entrada de nuevos clientes", mientras la sección de arcilla roja disminuyó su producción en un 5,3% "debido al trasvase de parte de los clientes a la sección de arcilla blanca". Por su parte, la producción de azulejos y baldosas creció un 3,7% en cuanto al volumen de metros cuadrados.
Además de las compras, Azuliber no ha dejado de invertir para continuar ampliando negocio. Una de las principales inversiones ha sido durante los últimos años la construcción de una nave para acopios de arcillas y feldespatos en pasta blanca.