CASTELLÓ. La revolución que prepara el Castellón en la planificación de la próxima temporada se va a llevar por delante a buena parte de la plantilla que acabó el curso descendiendo a la Primera RFEF, pero de forma especial a los jugadores que llegaron como refuerzos en las dos últimas ventanas de fichajes.
El conjunto albinegro incorporó 15 futbolistas en total, de los que 11 llegaron en verano. En esa nómina de refuerzos destacan los cedidos Señé, Zlatanovic, Arturo y Bodiger, que regresan a sus equipos de origen el 1 de julio, así como Javi Moyano, Rene Khrin y Jonathan Soriano, que se unieron a la plantilla en invierno hasta la conclusión de esta temporada, por lo que también quedan libres.
Del resto de fichajes, la mayoría tienen cláusulas que les permiten liberarse de sus vínculos contractuales en caso de descenso, y muchos ya la han ejercido o van a hacerlo. Otros no cuentan en los planes del club. Por otra parte, está el caso de Álvaro Fidalgo, que en enero salió cedido al América de México y que ya no pertenece al Castellón después de que la entidad azteca lo haya adquirido en propiedad este mes.
Queda por ver la situación de Guillem Jaime, Jesús Carrillo y Alejandro Marcos, que han acabado la temporada jugando como cedidos en Segunda División B y que en principio regresan para hacer la pretemporada a las órdenes de Sergi Escobar, aunque su futuro está en el aire.
Así las cosas, puede darse el caso de que el Castellón no cuente con ninguno de los jugadores que llegaron como refuerzos para la Segunda División, lo que supondría convertir en un visto y no visto su etapa en el conjunto albinegro y borrar por completo los vestigios de la planificación de la recién finalizada temporada 2020/21.