empresas desde el interior | el taller, en xert, lleva 30 años en el mundo de la artesanía

'Los Oliveros' o de cómo un alemán convierte en arte la madera de olivos centenarios del Maestrat

6/03/2022 - 

CASTELLÓ. En la zona del Maestrat está la mayor cantidad de olivos milenarios del mundo. Un patrimonio que la sociedad debería estar obligada a conservar. Su madera es una de las preferidas por torneros o ebanistas para sus trabajos gracias a su belleza interior. “Ningún otro tipo tiene unos acabados tan bonitos ni tan íntimos”, explica Oliver Horst Högl, propietario de Los Oliveros, un taller artesano dedicado a la fabricación de piezas artesanas hechas con madera de olivo que está ubicado en la localidad de Xert.

Horst lleva más de 30 años dedicándose a la transformación de esta variedad de madera y otorgándole una nueva vida. Dos flechazos fueron determinantes para que este ciudadano alemán decidiese dejar atrás la vida en su país y se afincara en Xert. El primero con la comarca. Su primera visita a la provincia fue en 1982 cuando Oliver y su familia pasaron las vacaciones en Benicarló. Gracias a que la dueña de la casa en la que estaban alquilados tenía una amiga en Xert, conoció esta zona del interior del Maestrat. Oliver la califica de “una experiencia profunda e impactante”. La filosofía de vida, la armonía y el carácter de la gente le impulsó unos años más tarde, a dejar su trabajo en la compañía telefónica alemana e instalarse definitivamente en el Maestrat.

El segundo flechazo fue cuando conoció la madera de olivo. “Me enamoré”, señala Oliver. Así fue cómo empezó su relación con el arte de trabajar la madera. El primer taller lo ubicó en una casa de la calle Fredes, en el centro de Xert, hace ahora unos 30 años. “Al principio me costó, ya que soy autodidacta. Aprendí el oficio a base de ensayos y errores”. Horst recuerda que las primeras ventas se llevaban a cabo en las ferias, y en “esa época tenía mucho éxito la feria alternativa de la Magdalena en Castelló y otras como la feria medieval de Cocentaina”. Oliver explica que ha visitado una gran parte de las ferias que se celebran por toda España e incluso participó en alguna en Alemania.

Tablas de cocina, cucharas, tenedores, morteros, copas, vasos, pinzas de cocina, cuencos, servilleteros, paragüeros, esculturas, mesas o relojes de arena forman parte de su cartera de productos, aunque en los últimos años han realizado por encargo cajitas de pedida de mano o incluso una pala para horno moruno. Oliver recuerda que en alguna ocasión ha probado trabajar con madera de almendro y de cerezo, “pero el resultado no es el mismo”, mantiene. El artesano asegura que “la belleza que tiene la madera del olivo una vez trabajada no la tiene otra ya que las vetas se embellecen más cuando las trabajas”. El trabajo se realiza con tornos, fresadoras y sierras donde se trabajan las piezas una por una, explica Oliver, siendo la tarea más costosa el lijar las piezas, trabajo que se hace varias veces hasta conseguir un resultado de calidad.  

Se puede decir que el producto que se fábrica de forma artesanal en el taller Los Oliveros es de kilómetro cero, ya que la madera llega de las podas de los olivos de la comarca y de algunos árboles que los agricultores quieren sustituir por otros debido a su bajo rendimiento, lo que le da un valor añadido a sus productos. Para la fabricación de las creaciones del taller se trabajan miles de kilos de restos de poda durante el año, señala Horst.

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