CASTELLÓ. Los siete medidores para monitorizar las tascas de Castelló durante un año se instalarán a una altura de cuatro metros en farolas y balcones aunque, en función de las características y posibilidades materiales que existan en las ubicaciones exactas, sufrirán algunos cambios.
Según informa la empresa concesionaria del servicio, Acústica y Telecomunicaciones SL (Acusttel), la ampliación del número de equipos de medida, incorporando dos adicionales (en lugar de cinco habrá siete), permitirá aportar más información que después deberá ser analizada y gestionada.
Los sonómetros, cuya colocación y puesta en funcionamiento se producirá en unas semanas cuando la Junta de Gobierno Local verifique la adjudicación, son estaciones cerradas (opacas). En consecuencia, no ofrecen los datos de ruido en tiempo real como si se tratara de paneles informativos.
Completada la monitorización de 12 meses, y como explican las mismas fuentes, "al final se obtendrán datos anuales y conclusiones para valoración de la Zona Acústicamente Saturada". En este sentido, los propietarios de las tascas siguen defendiendo que, como consecuencia de las últimas medidas correctoras aplicadas en 2018, prohibiendo la venta de alcohol más allá de las 22.00 horas en vía pública, los resultados que recojan las estaciones acreditarán que se está por debajo de la ZAS.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 28 de la Ley 7/2002, de 3 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, de Protección contra la Contaminación Acústica, se consideran como ZAS aquellos espacios que sobrepasen dos veces por semana durante tres semanas consecutivas o, tres alternas en un plazo de 35 días naturales, y en más de 20 dB (A), los niveles de evaluación por ruidos en el ambiente exterior de 55 dB, de día, y 45, de noche.
Las siete estaciones se colocarán entre la plaza Santa Clara y las calles Mayor, Barracas, Isaac Peral y Vera. Las localizaciones definitivas se ajustarán a unos parámetros contemplados en el pliego de prescripciones técnicas.