CASTELLÓN. Los vecinos de la calle San Luis de Almassora aportaron este pasado miércoles sus sugerencias al proyecto de remodelación de este vial, que finalizará el próximo mes de mayo, según han señalado fuentes municipales a través de un comunicado, en el que se informa de que la alcaldesa, Merche Galí, y la concejala de Urbanismo, Carmina Martinavarro, se reunieron con residentes, comercios y propietarios de garajes para mostrarles el nuevo diseño de la calle, que mejorará la seguridad de los peatones, reducirá la velocidad del tráfico e incorporará arbolado.
El proyecto de San Luis, adjudicado a la castellonense Latra 2010, tiene un coste de 109.985 euros que financiará en su totalidad la Diputación de Castellón para poner en valor el tramo comprendido entre la avenida José Ortiz y la calle Santa Quitèria (l’Alcora). El consistorio ha obtenido el 100% de la subvención en el Plan de Cooperación Provincial de Obras y Servicios con el diseño redactado por los arquitectos municipales, según se expone en el comunicado.
En la tarde de ayer, una veintena de vecinos conocieron los cambios que introduce la remodelación, y que mantendrá los dos sentidos de circulación para evitar embotellamientos, sobre todo, en días de mercado, sacrificando el aparcamiento alterno mensual. Las aceras estrechas y deterioradas, que en la actualidad incumplen la normativa de accesibilidad, darán lugar a otras más espaciosas que incorporarán el arbolado que reclamaron los vecinos, similar al de la calle Santa Quitèria, para garantizar la visibilidad y evitar que las aceras se ensucien con resina o frutos procedentes de otras especies de árboles.
Galí y Martinavarro también tomaron nota de la petición para trasladar los contenedores de ropa en la confluencia con José Ortiz y así mejorar la seguridad de los vehículos que giran hacia San Luis, además de comprometerse, como está previsto en el proyecto, a crear zonas de carga y descarga para residentes en los aledaños.
Tal como informaron las dos dos responsables municipales, las obras comenzarán por la acera oeste desde la confluencia con la calle Santa Quitèria y avanzarán hacia José Ortiz. Para ello, durante los próximos tres meses desde el inicio de la obra, Policía y empresa constructora coordinarán un único sentido de circulación que dejará espacio para la entrada de los propietarios a sus viviendas. Una vez finalizada la ejecución de una acera, los trabajos se desplazarán al tramo frontal por la seguridad para peatones y operarios y sin obligar al cierre del tráfico en su totalidad.
Tanto la alcaldesa como la concejala explicaron que la nueva configuración incluye pasos de peatones en los cruces y la alineación de la calzada con la acera a una misma cota en el tramo de Purísima hacia Pere Cornell. “La prioridad es la accesibilidad para facilitar la movilidad de personas con discapacidad, carros de la compra y de bebés, como en las obras que ya hemos ejecutado, y ahora pasear por esas aceras que incumplen toda la normativa es prácticamente imposible en varios tramos”, trasladó Galí a los asistentes a la reunión.