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Tú dale a un mono un teclado / OPINIÓN

Los censores son más listos que tú y todos tus amigos

26/11/2021 - 

Los censores, e incluyo como censor a cualquiera que vaya por la vida dando lecciones sobre lo tolerable y lo intolerable, son muy listos. Más listos que tú y todos tus amigos. O si tú eres uno de esos censores, enhorabuena, estás entre el grupo de los listos. Un grupo reducido y privilegiado compuesto por aquellas extrañas personas, poquísimas, que ven una película y saben que no es verdad, solo una ficción. Que escuchan un chiste y saben que es broma. Que juegan a un videojuego de acción y no se les ocurre matar a nadie. Que escuchan una ironía y entienden que su significado no es literal.

 Madre mía, casi superhumanos...

Pienso en aquellos censores medievales, o mejor franquistas que nos pilla más cerca. ¡Qué arduo trabajo el suyo! ¡Ver películas de sexo y no acabar sucumbiendo al pecado de la carne y por lo tanto al infierno! ¡Leer libros comunistas y no acabar loco, como el Quijote, montando su revolución de Octubre!

Qué fuertes son los censores.

Seres únicos, por encima de la media. Porque la media es gilipollas. La gente es idiota y solo ellos pueden guiarlos. Los listos conservadores quieren un pin-parental para proteger a sus hijos idiotas: ¿y si les dicen en una charla que es posible casarse con alguien de su propio sexo y de tan tontos acaban gays? Los listos progresistas cancelan conciertos de reggeatón porque si sus hijas escuchan mucha música latina, de tan tontas que son, se dejarán golpear por sus novios.

Lo peor de todo es que tanto los conservadores como los progresistas alardean de defender la libertad de expresión. Hasta que un humorista hace un chiste machista y la progresía se echa las manos a la cabeza. ¡Libertad de expresión sí, pero sin tocar a las minorías! O hasta que otro humorista se suena con la bandera de la patria o se caga en la virgen. ¡Libertad de expresión sí, pero sin tocar lo sagrado!

Y así nos va. Como esos médicos que en el siglo XIX prohibían la lectura a las mujeres, principalmente la novela Madame Bovary, no fuese que sus esposas, tan tontas, quisiesen imitar a la protagonista en sus infidelidades. Como esos padres que no hablan a sus hijos de sexo nunca con la convicción de que si no les hablan no se enterarán de nada, almas de cántaro, ¿cómo van a enterarse por los amigos o por webs porno? ¡Pero si son tontetes!

 La censura es la nueva moda. Y no sabe de ideologías. La censura es la creencia en que todos son idiotas incapaces de captar ironías o de ver una película y saber que es una ficción. La censura es lo contrario de la pedagogía. Y eso es lo peligroso. Todos los temas, pero sobre todos los más peligrosos, deberían ser nombrados, discutidos, analizados desde muchos prismas. En eso consiste la educación. En hablar de sexo con nuestros hijos para que puedan preguntar. En hablar sobre las letras de reggeatón y reflexionar sobre su trasfondo y lo que significan. En ver una película violenta y debatir sobre la violencia.

Pero para ello tendríamos que pensar que esas otras personas son capaces de razonar y entender.

Y parece que no, que solo somos listos nosotros: los otros, pobres, no son capaces ni de pillar un chiste…

 ¿Y saben? Sinceramente, prefiero vivir en un mundo donde de vez en cuando la libertad de expresión se extralimita (lo que a veces incluso es bueno, pues los energúmenos se retratan) que en un mundo lleno de censura donde la única pedagogía es la cancelación.

 Pero yo, por lo que veo, soy el raro.

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