VALÈNCIA (EFE/Alicia López). Todavía quedan dos años para las próximas generales, pero a la izquierda del PSOE hay movimientos para ir armando esa candidatura amplia que quiere liderar Yolanda Díaz y que para Podemos supone una tabla de supervivencia, aunque genera bastantes reticencias en fuerzas como Más País o Compromís.
Unas dudas que además se evidencian en un momento complicado para la coalición de Gobierno después del choque frontal que se ha producido entre las dos vicepresidentas, Yolanda Díaz y Nadia Calviño, a cuenta de la coordinación de la reforma laboral, una cuestión que la dirigente de Unidas Podemos está aprovechando para marcar territorio y un perfil propio con el que defender una propuesta electoral aún en ciernes.
Y en esta línea no le duelen prendas poner a Calviño en el disparadero sin cuestionar a Sánchez, moviéndose en un juego de equilibrios que le viene bien para apuntalar su liderazgo dentro del Ejecutivo y ante Podemos.
Más allá del bloque que forman Podemos, Izquierda Unida y Los comunes en torno al proyecto que pretende armar la vicepresidenta segunda del Gobierno de cara a 2023, éste no despierta nada de entusiasmo entre potenciales aliados, especialmente Íñigo Errejón y Joan Baldoví, pero dentro de sus partidos sí hay dirigentes receptivos a sumar.
Fuentes de Más País, que tiene dos diputados en el Congreso, insisten en que es "muy prematuro" hablar de planes electorales y creen que es a Podemos al que le interesa montar esta burbuja para dirimir sus pugnas internas, entre quienes quieren concurrir a los comicios con su marca y los que no ven problema en renunciar a ella, explican.
Por ahora no les han tanteado desde el equipo de Díaz, pero subrayan que no es un tema que preocupe en la calle y a ellos tampoco, si bien Errejón se verá en una encrucijada si finalmente sale adelante la propuesta de Yolanda Díaz porque desmarcarse le podría pasar factura.
Además, recuerdan que aunque las autonómicas madrileñas no son extrapolables al resto de España, Más Madrid ha quedado como líder de la oposición y eso marca una tendencia de respaldo a sus políticas.
Precisamente, la líder de Más Madrid, Mónica García, sí que ve con buenos ojos esta apuesta de Yolanda Díaz y, de hecho, ha sido invitada al acto que está organizando en Valencia Mónica Oltra (Compromís), otro de los apoyos de Díaz, con mujeres líderes de la izquierda.
No es ni de lejos el caso de Joan Baldoví, que aunque forma parte de la coalición valenciana, no le seduce entrar en una candidatura marcada por Podemos, al que desde su núcleo ven bastante desgastado.
De todos modos, a Baldoví le renta más seguir en la cámara como único diputado de Compromís que ser la cola del león en este proyecto, aunque sí ha sellado esta semana una alianza con Errejón y la Chunta Aragonesista para reforzar la linea progresista en las instituciones.
Si bien desligan este acuerdo de cualquier estrategia electoral, lo que sí marca es una distancia con esa nueva izquierda que promueve Díaz.
Otra que se mueve en ese espectro ideológico es Teresa Rodríguez, que aunque tiene una relación de choque con Podemos, no se cierra en banda a un posible entendimiento con Díaz y quiere ver cómo se concreta; y más proclive al entendimiento es Manuela Carmena, cuyo entorno ya se ha puesto en contacto con el equipo de la ministra de Trabajo para tender puentes.
Todos los "peros" que ponen otras fuerzas a esta plataforma son irrelevantes para Podemos, porque cuando Díaz habla de ensanchar el espacio no habla de partidos -explican fuentes de la formación morada-, sino de que en éste se reconozcan cada vez más votantes y eso se consigue también con la sociedad civil.
Y aparte, subrayan, cuando la ministra asegura que su proyecto no va de siglas no está diciendo que le sobre Podemos, sino que apuesta por que se involucre más gente, aunque hay otras fuentes internas que temen que Podemos acabe desapareciendo si se consolida este frente de izquierdas.
En todo caso, Yolanda Díaz tendrá todo el aparato del partido para ayudarla, recalcan, y da un poco igual lo que hagan Más País o Compromís de cara a las elecciones.
Izquierda Unida no comparte esta visión y creen que es de responsabilidad política estar en esa propuesta unitaria porque lo que está en juego es que gobierne la izquierda progresista o el PP con Vox y, por tanto, lo que toca "es arrimar el hombro".
No corre prisa lanzar esta candidatura y no se entendería, señalan, que con los retos que tiene el país ahora, el centro de atención se desvíe hacia las elecciones.