Los expertos consideran que esta apetencia urgente tiene una base científica, intrínsecamente relacionada con las alteraciones emocionales más allá de las hormonales
VALÈNCIA. Los antojos son el resultado de atravesar determinadas situaciones, que podrían estar directamente relacionadas con una desviación de la sensación de ansiedad generadas por emociones como, por ejemplo, angustia, aburrimiento o tristeza. Lo que comporta una pérdida de control más allá de las variaciones hormonales que pueden experimentar las mujeres embarazadas o en los días de menstruación. El problema es que el menú que servimos a las emociones a base de picoteos desenfrenados, incluso a horas intempestivas, puede comportar un aumento en la balanza que podría representar entre el 7 y el 11% de incremento del peso corporal.
Los expertos atribuyen el deseo repentino de comer a un déficit de serotonina o de determinados nutrientes. Los bajos niveles de serotonina conllevan la tendencia a buscar alimentos que segreguen esta sustancia; por lo que muchos antojos están relacionados con la ingesta de dulces. Los pistachos cuentan con un gran sabor y, además, contienen un alto contenido de Vitamina B6 o Piridoxina que participan en el metabolismo de las proteínas, necesarias para la producción de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y noradrenalina, relacionadas con el estado de ánimo.
Otra posibilidad que puede estar relacionada con los caprichos por comer es la sed. Pues, el hecho de no estar suficientemente hidratados comporta sensaciones similares al hambre. De ahí, que sea importante aprovechar la sensación de sed que nos provoca el consumo de pistachos para satisfacer al organismo con el aporte suficiente de agua a lo largo del día.
Por su alto contenido en fibra, el consumo de 28 gramos de pistachos a media mañana o a media tarde permite calmar el apetito antes del almuerzo o la cena, frenando así los antojos y evitando la ingesta excesiva de calorías en las comidas principales. Además, reducen la ansiedad, una de las alteraciones emocionales que conlleva la aparición repentina de antojos. También contribuyen a calmar la fatiga, a reducir el estrés y mejoran la concentración. Y, el hecho de ser una proteína completa genera un sentimiento de confianza y seguridad.
Para mejorar nuestra resistencia a los antojos debemos poner en práctica estrategias previamente determinadas. Aquí te damos algunas opciones:
- No tomes nada y espera. Ten en cuenta que pasan entre 3 y 5 minutos desde que uno siente ese deseo intenso y descontrolado.
- Busca, previamente, alternativas saludables como los pistachos.
- Bebe abundante agua a lo largo del día.
Es el fruto seco con más betacarotenos, muy por delante de las nueces pacanas, los piñones, las avellanas