CASTELLÓ. Maincer hace balance del pasado ejercicio de cara a la feria de Cevisama. "Hemos estado presentes en América, tanto centro y Sudamérica, cerrando acuerdos con clientes del sector cerámico y fabricantes de teja y ladrillo", explica la compañía: "En Europa central hemos negociado con clientes del sector de la transformación de la cerámica y de la piedra natural. Y, por último, en África se han cerrado varias operaciones en Egipto, Benín y tímidamente en Argelia, debido al bloqueo que sufrimos las empresas españolas desde hace ya dos años y que esperemos que las autoridades competentes pronto pongan remedio".
Las perspectivas para el año de 2024, pese a la incertidumbre, son buenas. "El sector cerámico no está atravesando su mejor momento, no cabe duda, pero, creemos que es importante seguir apostando por Cevisama. Tenemos esperanza de atraer a nuevos contactos con los que poder cerrar ventas y poder así reeditar el buen resultado de la pasada edición", asegura la firma castellonense.
En Cevisama 2024 presenta una nueva máquina para la realización de cortes e ingletes, muy enfocada a la fabricación de peldaños. La máquina es la MCM. Esta máquina permite en un único paso formatear la pieza al tamaño correcto del peldaño e ingletarla en el mismo proceso. El operario obtendrá la pieza al formato deseado y con el inglete, ya preparada para su posterior manipulación y pegado del despiece para hacer el peldaño técnico.
Por otra parte, muestra su superventas MCV, que permite el corte de las baldosas, la fabricación de rodapiés y la obtención de los ingletes para el montaje de peldaños técnicos. Esta máquina, pese a ser la máquina “de acceso” al negocio de la transformación de cerámica (o afines), es una opción productiva óptima, pudiendo llegar sin apuros a 500 metros lineales de rodapié en 8 horas.
Por último, exhibe la segunda evolución de la MRV en su configuración más típica con 5 motores principales y un motor para el micro-biselado opuesto. Esta máquina permite la realización de rodapiés e ingletes con una productividad sobresaliente y con un acabado comparable a máquinas de mayor precio.
La MRV de segunda generación ha recibido mejoras como es la altísima estanqueidad de esta, reduciendo aún más si cabe el consumo de agua. Por otra parte, se ha elegido una nueva ubicación del cuadro eléctrico y además este ahora es de PVC, por lo que en ambientes húmedos no se deteriorará. Además, se ha mejorado la ergonomía de la máquina, ubicando la pantalla táctil orientada a la zona de carga.
La compañía también destaca la posición del proyecto Life Eggshellence, en el cual Maincer participa, como finalista de los prestigiosos premios go!ODS. Este reconocimiento hace hincapié en la innovación y el compromiso de proyectos que contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. "En Maincer, valoramos cada paso que damos hacia un futuro más sostenible y estamos comprometidos con la promoción de iniciativas que contribuyan al bienestar global".